jueves, 5 de junio de 2025

Un Silencio Incómodo

 Un Silencio Incómodo: Declaraciones de Privilegio y la A
patía Ciudadana en Argentina


Las palabras resonaron, cargadas de una desconexión que corta como un cuchillo. La diputada Lilia Lemoine sugirió que los médicos argentinos, esos mismos que sostienen un sistema sanitario al borde del colapso, si no están conformes con salarios que casi no alcanzan la Canasta Básica Total deberían simplemente "buscar otro trabajo". Casi en simultáneo, el Jefe de Gabinete Francos calificó de "grave irresponsabilidad" la idea de aumentar jubilaciones que apenas rozan la línea de pobreza, mientras defendía, implícita o explícitamente, los sueldos legislativos que pueden superar los $9.500.000 mensuales .

El contraste es obsceno. Es el cinismo desnudo: quienes disfrutan de sueldos exorbitantes (decenas de veces superiores al salario promedio y cientos de veces a la jubilación mínima), blindados por privilegios y gastos reservados, se erigen en jueces de quienes piden apenas sobrevivir. Los médicos, héroes de la pandemia, son tratados como empleados descartables. Los jubilados, quienes construyeron el país, son vistos como una carga fiscal peligrosa. El mensaje es claro: el sacrificio es para los demás; el privilegio, intocable.

Y aquí surge la pregunta que quema: ¿Dónde está el estallido ciudadano? ¿Dónde está la ola de indignación que debería barrer semejantes declaraciones? La falta de una respuesta masiva, contundente y sostenida es tan preocupante como las propias palabras de estos funcionarios.

Esta aparente apatía no es simple desinterés. Es un síntoma complejo y doloroso:

1. El Agotamiento de la Indignación: Argentina vive en un estado de crisis permanente. La inflación devora salarios, la pobreza castiga, la inseguridad angustia. Ante un nuevo escándalo de privilegio, muchos ciudadanos están simplemente agotados. La indignación requiere energía, y esa energía se gasta en sobrevivir el día a día. Es el ¿Otra vez? resignado.

2. La Normalización del Abuso: Lamentablemente, este tipo de declaraciones y conductas no son nuevas. Décadas de impunidad, corrupción y abismo entre la clase política y la gente común han llevado a una peligrosa normalización. El privilegio escandaloso se percibe como parte del paisaje, algo contra lo que es inútil luchar. "Así son todos", se dice con amargura.

3. La Desesperanza y la Desconfianza: Existe una profunda desconfianza en que la protesta genuina genere cambio real. ¿Marchar? ¿Firmar petitorios? ¿Trendear en redes? Muchos sienten que estas acciones son ignoradas sistemáticamente por quienes detentan el poder. La sensación de que "nada cambia, haga lo que haga" es paralizante.

4. La Fragmentación y la Lucha por lo Urgente: La sociedad está fragmentada por necesidades inmediatas y opuestas. Mientras algunos pueden enfocarse en la injusticia estructural, otros luchan literalmente por poner un plato de comida en la mesa. La lucha contra el privilegio político puede percibirse como un "lujo" cuando lo urgente es el presente.

5. La Máquina de Distracción: El ruido político constante, las peleas internas espectacularizadas y la creación artificial de nuevas crisis menores actúan como una cortina de humo eficaz, desviando la atención de abusos fundamentales como este.

Este silencio no es inocuo. Es funcional al poder. Permite que estos discursos de desprecio y desconexión sigan reproduciéndose sin consecuencias reales. Le dice a la clase política que puede seguir deshumanizando a los trabajadores esenciales y a los adultos mayores sin temor a una reacción social masiva que ponga en riesgo sus privilegios.

Romper este silencio es urgente. No se trata solo de gritar contra una declaración puntual, sino de rechazar la cultura del privilegio y la impunidad que las hace posibles. Requiere:

* Rechazar la Normalización: No acostumbrarse. Recordar siempre la obscenidad del contraste: sueldos millonarios vs. médicos bajo la línea de pobreza, vs. jubilados en la indigencia.

* Exigir Coherencia y Humildad: Demandar que quienes hacen las leyes y manejan los recursos vivan en la misma realidad que el ciudadano común. Reforma política profunda YA, incluyendo transparencia absoluta en gastos y sueldos públicos.

* Canales de Expresión Efectivos: Buscar y fortalecer formas de presión colectiva que no se diluyan en el ruido. Apoyar a las organizaciones de médicos, jubilados y trabajadores que sí alzan la voz.

* Votar con Conciencia: Recordar estos actos y estas palabras cuando se elija a quienes deben representar al pueblo, no a sus propios bolsillos.

Las palabras de Lemoine y Francos no son solo ofensivas; son un espejo de un sistema enfermo de privilegio y desconexión. La falta de una respuesta ciudadana masiva es el oxígeno que ese sistema necesita para seguir funcionando. Despertar de la resignación, transformar el cansancio en acción organizada y el desprecio en demanda firme de dignidad y justicia, no es solo una opción, es la única manera de construir una Argentina donde el privilegio de unos pocos no se construya sobre el sacrificio y el silencio de muchos. La dignidad de médicos y jubilados, y la nuestra como sociedad, exige romper este silencio cómplice.


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