Análisis: La influencia conciencia colectiva en los comportamientos sociales y políticos del argentino medio
La conciencia colectiva, como núcleo de cohesión social según Émile Durkheim, permite que los individuos de una sociedad compartan valores, normas y propósitos comunes. En Argentina, la debilidad o fragmentación de esta conciencia colectiva ha generado una serie de comportamientos característicos que explican fenómenos como la apatía electoral, la dependencia de liderazgos mesiánicos, la tolerancia a los abusos y la pasividad ante crisis económicas recurrentes.
1. Apatía y superficialidad electoral
Desconexión cívica: La pérdida de un sentido compartido de futuro y proyecto común debilita el interés en participar activamente en los procesos electorales. Votar deja de ser un acto de responsabilidad social y se transforma en un trámite o una expresión catártica de frustración.
Falta de análisis crítico: Sin un entramado colectivo que valore el bien común, el votante se vuelve presa fácil del marketing electoral o del voto emocional. La evaluación de propuestas queda relegada frente al carisma del líder o a la “sensación” que genera.
Ejemplo recurrente: En muchas elecciones argentinas, el análisis programático queda opacado por figuras fuertes que canalizan esperanzas o resentimientos, pero pocas veces ofrecen soluciones sustentables.
2. Dependencia de “caciques” y “próceres”
Cultura política verticalista: Desde el peronismo clásico hasta expresiones más recientes del kirchnerismo o el macrismo, se observa una tendencia a la centralización del poder simbólico en líderes providenciales.
Debilidad de instituciones intermedias: La escasa fortaleza de partidos políticos como estructuras democráticas y deliberativas favorece el culto a la personalidad.
Psicología del refugio: En contextos de incertidumbre constante, el individuo busca una figura que “lo salve” en lugar de confiar en procesos colectivos. Este fenómeno tiene raíces tanto en el trauma histórico como en la inestabilidad económica y social.
3. Extrema dependencia del Estado (como tutor, no como garante de derechos)
Ayuda vs. derechos: En lugar de concebir al Estado como garante de derechos universales, buena parte de la población lo internaliza como un “proveedor” que otorga beneficios según afinidades o necesidades emocionales.
Patrimonialismo y clientelismo: Se naturalizan prácticas clientelares donde los recursos públicos se distribuyen discrecionalmente, minando la autonomía del ciudadano.
Consecuencia psicológica: Se refuerza una mentalidad de supervivencia que impide la organización colectiva más allá de la subsistencia inmediata.
4. Tolerancia a los abusos del mercado y del Estado
Adaptación resignada: La inflación, los tarifazos o los aumentos arbitrarios son percibidos como inevitables, no como el resultado de decisiones políticas o empresariales que podrían cuestionarse colectivamente.
Fragmentación social: La conciencia fragmentada impide respuestas organizadas. Cada grupo reacciona desde su situación individual (usuarios de transporte, consumidores, pequeños comerciantes), pero sin conexión entre ellos.
Psicología de la “normalización del abuso”: En palabras del sociólogo argentino Gabriel Kessler, muchos ciudadanos atraviesan crisis sucesivas y se adaptan resignadamente a niveles decrecientes de bienestar sin rebelión sostenida.
5. Falta de resistencia organizada y debilitamiento del tejido social
Desconfianza mutua: En lugar de ver al otro como aliado para un reclamo colectivo, muchas veces se lo percibe como competidor o amenaza. Esto impide la emergencia de una conciencia de clase o de comunidad.
“Sálvese quien pueda”: Esta frase se ha convertido en un lema informal argentino. Refleja una lógica individualista nacida de la ruptura de vínculos sociales estables, sindicatos fuertes, y liderazgos comunitarios democráticos.
¿Por qué ocurre esto?
Historia de crisis cíclicas: La reiteración de ciclos de auge y caída ha desgastado la noción de proyecto común.
Análisis:
Argentina ha pasado por tantas crisis económicas, políticas y sociales que la gente ya no espera que las cosas cambien realmente. Se ha instalado una sensación de “siempre es lo mismo”, lo cual genera resignación.Comentario radial:
“¿Cuántas veces escuchamos ‘esto ya lo vivimos’? Y sí, la verdad es que nos acostumbramos a que siempre haya una crisis, siempre lo mismo. Entonces muchos dicen: ‘¿Para qué me voy a calentar si nada cambia?’. Esa fatiga histórica nos juega en contra, nos quita las ganas de pensar en el futuro juntos.”
Cierre/Gancho:
“¿Cuántas veces más vamos a dejar que nos hagan tropezar con la misma piedra? Capaz ya es hora de poner la piedra nosotros... y pararnos arriba.”
“Si no lo hablamos nosotros, ¿quién lo va a hacer?”
Educación cívica débil: La escuela argentina ha fallado en formar ciudadanos críticos y solidarios.
Análisis:
En muchas escuelas no se enseña de
forma práctica cómo funciona la democracia, qué derechos tenemos,
ni cómo exigirlos. Se aprende más de memoria que con ejemplos de la
vida real.
Comentario radial:
“Nos enseñaron la Revolución de Mayo, pero nadie nos explicó cómo reclamarle al intendente si el agua no llega, o cómo participar en una asamblea barrial. Entonces crecemos sin saber bien qué herramientas tenemos. ¡Y ojo! No es culpa nuestra, es un sistema que no quiere que sepamos.”
Cierre/Gancho:
“No hace falta saber latín para saber defender lo tuyo. Lo que necesitamos es aprender a preguntar, a exigir, a participar... aunque sea desde la vereda de casa.”
“Quizás no tengamos todas las respuestas, pero ya es hora de hacernos las preguntas correctas.”
Medios y polarización: El bombardeo mediático emocional, sumado a la polarización política, obstaculiza la formación de consensos racionales y desincentiva la deliberación.
Análisis:
Los medios grandes tienden a
simplificar todo: o sos de un lado o sos del otro. Se pierde el
debate profundo, y se fomenta el enojo en vez de la reflexión. Todo
el tiempo se busca dividir.
Comentario radial:
“¿No te pasa que prendés la tele y te sentís obligado a elegir un bando? Y uno se cansa de pelear con el cuñado, con la vecina... Así no se construye país. Necesitamos menos gritos y más ideas, aunque pensemos distinto.”
Cierre/Gancho:
“Nos peleamos entre nosotros y ellos se reparten la torta. Capaz es hora de bajar el volumen, mirarnos a los ojos y pensar juntos.”
“Despertar no es ponerse en contra, es empezar a mirar distinto.”
Modelo económico excluyente: La exclusión estructural empuja a millones a estrategias individuales de supervivencia que impiden el tiempo y la energía necesarios para participar colectivamente.
Análisis:
Muchas veces el sistema
económico deja afuera a millones. El que no puede consumir o no
tiene trabajo estable, siente que no tiene voz ni peso. Así, cada
uno se las arregla como puede.
Comentario radial:
“Si tenés que elegir entre pagar la luz o comer, ¿vas a pensar en política? ¡Obvio que no! Pero ese es el problema: nos empujan a sobrevivir solos, sin poder juntarnos a pensar cómo cambiar las cosas.”
Cierre/Gancho:
“Nos hicieron creer que arreglarnos solos es libertad. Pero la verdadera libertad es no tener que pelear cada día por lo básico.”
“¿Y si esta vez no esperamos que cambie todo desde arriba?”
Posibles caminos de reconstrucción
Recuperar el valor del “nosotros”: Reeducar simbólica y culturalmente a la sociedad para valorar el bien común como guía de acción.
Propuesta:
Volver a pensar en comunidad,
entender que si al otro le va bien, también me puede ir mejor.
Romper con el individualismo.
Comentario radial:
“Mirá, si a tu vecino le va mal, algún día te salpica. Y si a vos te va bien, también podés dar una mano. No salimos solos. O armamos equipo, o nos sigue comiendo la desconfianza.”
Cierre/Gancho:
“Solo no se salva nadie. El ‘nosotros’ no es verso, es supervivencia.”
Fomentar redes locales y cooperativas: Donde el sujeto vuelva a sentirse parte de un cuerpo social real.
Propuesta:
Apoyar organizaciones del
barrio, clubes, ferias, cooperativas. Lugares donde la gente se
encuentra, comparte y construye soluciones desde abajo.
Comentario radial:
“¿Viste cuando el club organiza una olla popular o la vecina arma una red de trueque? Eso vale más que mil promesas políticas. Ahí empieza la verdadera conciencia colectiva.”
Cierre/Gancho:
“No esperes que venga nadie de arriba a darte una mano. A veces, la fuerza más grande está en la feria de la esquina o en el club del barrio.”
Despersonalizar la política: Transitar hacia liderazgos horizontales y estructuras democráticas deliberativas.
Propuesta:
Dejar de depender de salvadores
mágicos y empezar a exigir equipos, ideas y proyectos claros. Que
la política no sea un reality de figuras, sino un plan de trabajo
serio.
Comentario radial:
“El problema no es si me cae bien o mal tal político, sino qué piensa hacer y con quién. Basta de ídolos de barro: necesitamos gente seria que rinda cuentas. Y nosotros, dejar de votar con el corazón nomás.”
Cierre/Gancho:
“La patria no necesita ídolos, necesita ciudadanos despiertos. ¡Y vos podés ser uno!”
Fortalecer la ciudadanía crítica: A través de la educación, el acceso a información clara y el debate público saludable.
Propuesta:
Educar en la duda, en el
análisis. No comerse cualquier verso, no repetir sin pensar. Y eso
empieza en casa, en la charla diaria, en preguntar sin miedo.
Comentario radial:
“No hace falta tener un título para pensar. Si algo no cierra, hay que decirlo. No hay que ser un erudito para preguntar: ‘Che, ¿esto que proponen, cómo lo van a hacer?’. Ahí empieza el cambio.”
Cierre/Gancho:
“Dudar no es falta de respeto. Es inteligencia. Es amor propio. Es el primer paso para no comer vidrio.
“Vos no sos espectador, sos protagonista. Aunque no te lo digan.”
Fuentes de inspiración para profundizar
Además de los artículos que mencionaste, podés mirar:
Guillermo O’Donnell y su concepto de “ciudadanía de baja intensidad”.
El libro “La sociedad descompuesta” de José Nun.
Las obras de Juan Carlos Portantiero sobre democracia delegativa y cultura política.
Estudios de FLACSO y CIPPEC sobre comportamiento electoral y políticas públicas en Argentina.
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