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martes, 10 de junio de 2025

La Máquina del Poder en Acción

 Reflexión sobre las Elecciones del 11 de Mayo: 


La Máquina del Poder en Acción (o Cómo Ganar Elecciones con Trampa y Cariño)

Mañana se cumple un mes de las elecciones del 11 de mayo, y vale la pena recordar cómo se jugó esa partida. O mejor dicho, cómo el oficialismo sacó el manual de “Cómo apalear a la democracia y hacerla confesar que te ama”. Lo que vivimos fue un ejemplo claro de cómo un gobierno puede usar todo su poder para inclinar la balanza a su favor, incluso cuando la gente parecía estar harta de ellos. Porque, claro, ¿quién necesita votos cuando tienes el Estado como tu propio circo de tres pistas?  

La Maquinaria Oficial al servicio de la campaña partidaria: Todo el Estado al Servicio de la Campaña (y un Café para el Candidato) El oficialismo movilizó todo lo que tenía una mano como si fuera su propio equipo de campaña. Pero no, no era una campaña: era una telenovela patrocinada por tus impuestos.

Dinero público: Se usaron fondos del Estado para pagar publicidad, actos y hasta regalos. Porque nada dice “vótenme” como una remera con el logo del gobierno pagado por todos nosotros. Instituciones públicas: Ministerios y municipios trabajaron para promover al candidato oficialista, como si fuera su oficina política. Imagínate al Ministerio de Educación repartiendo volantes en vez de lápices. Recursos del pueblo: Camionetas oficiales, funcionarios públicos e incluso programas sociales se usaron para hacer campaña disfrazada. Porque una camioneta con el escudo nacional queda más “patriótica” cuando lleva un cartel de “Reelecto o Nada”. La Guerra Sucia: Trolls, Mentiras y Ataques (o Cómo convertir Twitter en un campo de batalla) 

Mientras la oposición (con Marcelo, el Dr. Vicente Casas y Juanita Leiva liderando las encuestas) crecía, el oficialismo respondió con guerra sucia. Porque si no puedes ganar con ideas, siempre puedes ganar con memes malintencionados: Ejércitos de trolls: Pagaron a gente para atacar en redes sociales, inventar mentiras ("fake news") y amedrentar a opositores. Cada tweet era como un misil teledirigido desde un sótano con Wi-Fi del gobierno. 

Medios complacientes: Muchos canales y diarios repitieron el discurso oficial, ocultando críticas y amplificando ataques contra los rivales. Algunos noticieros parecían más un karaoke del candidato que un medio informativo. 

Campaña del miedo: Decían que si ganaba la oposición, se acababan los planos sociales o venía el caos (¡pero solo para asustar a la gente!). Porque nada une a un pueblo como el pánico a quedarse sin Wi-Fi o sin arroz. 

El Asistencialismo Vergonzoso: Votos por Comida (y una Sonrisa del Candidato) Justo antes de las elecciones, hubo un reparto masivo de bolsos de comida, ayudas económicas y promesas. No era solidaridad: era compra de votos descartados. Sabían que en tiempos difíciles, un plato de comida puede ser más fuerte que las ideas. Y si venía con una foto del candidato diciendo “Te cuido”, mejor. Porque nada grita “democracia” como un paquete de fideos con una pegatina de campaña. 

El Misterioso "Apagón" y el Cambio de Resultados (o Cómo Hacer Magia con un Enchufe). Lo más sospechoso vino el día de la votación. Agárrense, que esto es mejor que una película de misterio barata: Cuando iban perdiendo, de repente hubo un "apagón" en el sistema de conteo (¡qué casualidad!). Alguien debió tropezar con el cable justo cuando la oposición sacaba ventaja. Al volver la luz... ¡sorpresa!: El oficialista empezó a ganar en zonas clave. Porque, claro, los votos se reorganizaron solos durante el recreo. 

¿Las encuestas fallaron? Todos los medios decían que el gobierno perdería más de la mitad de su apoyo... pero "milagrosamente" ganaron. O las encuestas mintieron, o alguien le pidió un favor al genio de la lámpara electoral. 

Conclusión: Una Democracia Desigual (o Cómo Jugar al Monopoly con Dinero Real). Estas elecciones dejaron claro que cuando un gobierno usa el Estado como su herramienta personal, la cancha no está pareja. Es como jugar al fútbol con un árbitro que es primo del candidato oficialista. Aunque la gente quería cambio (como mostraban las encuestas), la maquinaria oficialista –con dinero público, mentiras y asistencialismo– torció el brazo de la voluntad popular. Y de paso, le dio un abrazo para que no se queje. Un mes después, seguimos preguntándonos:

¿Fue realmente la voz del pueblo... o el peso de la máquina? Spoiler: la máquina pesa más que un elefante en campaña. 

La democracia no debería ser una batalla entre ciudadanos y un Estado todopoderoso que reparte caramelos envenenados. Reflexionar sobre esto es el primer paso para que no se repita. Y si se repite, al menos que nos den un bolsón de comida con más variedad.

Nota: Esta reflexión se basa en denuncias y hechos reportados durante el proceso electoral. Cada ciudadano tiene derecho a evaluar si coincide con lo vivido en su comunidad. O a preguntarse si el “apagón” fue porque alguien se olvidó de pagar la luz.

jueves, 8 de mayo de 2025

La Impunidad de las Malas Prácticas Políticas en Argentina

 

Editorial: Las Tropelías Electorales y la Urgencia de un Cambio

La Impunidad de las Malas Prácticas Políticas en Argentina
Personas vulnerables "obligadas" a votar

En Argentina, las elecciones deberían ser sinónimo de democracia, transparencia y voluntad popular. Sin embargo,
en cada elección que se lleva a cabo en nuestro país, el desgaste moral y ético de los partidos políticos se convierte en el verdadero protagonista. Las malas prácticas que se repiten cíclicamente son un insulto a la dignidad de la ciudadanía. En estas jornadas donde se decide el futuro de nuestra Provincia y de nuestro San Pedro de Jujuy, se evidencia una vez más la falta de escrúpulos de ciertos sectores que se aferran al poder. Lo que ocurre en la práctica es un espectáculo bochornoso de abusos, irregularidades y manipulación descarada por parte de los partidos políticos, especialmente aquellos que detentan y se aferran a un clavo ardiendo para mantenerse en el poder, incorporando parientes e hijos, como es el caso de Julio Bravo. No hay pudor, no hay vergüenza, solo impunidad. Desde el inicio de las campañas hasta el mismo día de los comicios, las malas prácticas se multiplican con total desfachatez, mientras la ciudadanía observa, impotente, cómo se ríen ante sus narices, con prácticas clientelistas, con apariencia de obras de ultima hora, con repartos de mercaderías que aparecen de la nada, y como su voto, —la esencia misma de la democracia— es manoseado y corrompido.

Antes incluso de llegar a las urnas, los mecanismos de presión y corrupción ya están en marcha. Los empleados públicos, desde municipales hasta provinciales, son extorsionados para trabajar en campañas partidarias, asistir a actos políticos o, peor aún, sufrir represalias si no demuestran lealtad al oficialismo de turno. ¿Dónde queda la libertad de elegir cuando el sustento de una familia depende de someterse a estos chantajes? Donde esta la ciudadanía defendiendo la democracia, defendiendo la dignidad de sus empleados públicos y exigiendo al Sr. Julio Bravo que se abstenga de estos comportamientos antidemocráticos que tanta indignación y vergüenza producen?

Las irregularidades no son solo una mancha en el proceso electoral; son una lacra que, con la complicidad del silencio y la inacción, corroe nuestras instituciones y socava la confianza del pueblo en la democracia. Desde semanas antes del día de la elección, los ciudadanos son testigos de una andanada de tropelías que deberían ser impensables. Ereparto clientelar de mercaderías, planes sociales y promesas falsas siguen siendo en 2025 una táctica tan vieja como efectiva para comprar votos en los sectores más vulnerables. La lástima es que eso es producto de la inactividad de los propios vecinos que lo permiten. No es solidaridad; es un negocio perverso que intercambia necesidades básicas por adhesión política. Y mientras tanto, los organismos de control miran para otro lado o actúan con una lentitud vergonzosa y cómplice.
Presiones ejercidas sobre empleados municipales para que trabajen en beneficio de las campañas, asistencia obligatoria a marchas, y ese deleznable reparto de mercadería en un intento desesperado por comprar voluntades son prácticas aberrantes que ocurren sin ningún tipo de pudor, y lo peor, todos somos consciente de que eso sucede, sin que ninguno hagamos nada por evitarlo.

Si los abusos previos son indignantes, lo que ocurre el día de la votación es directamente escandaloso. El acarreo de votantes, muchas veces personas mayores o en situación de precariedad, es una práctica sistemática y realmente se convierte en una rutina tan esperada como repudiable. Se los traslada en combis, se los "orienta" sobre cómo votar, incluso se paga el voto, autentico y escandaloso soborno y, en algunos casos, se les hace creer que su voto será monitoreado, sembrando el miedo a represalias posteriores. Aquellos que deberían ejercer su derecho a voto libremente se ven rodeados de amenazas y manipulaciones. Es intolerable que, en pleno siglo XXI, sigamos soportando este tipo de violencia política. La presión psicológica, el miedo sembrado entre los votantes y las coerciones abiertas son conductas que revelan una total falta de respeto hacia los derechos ciudadanos. Es pura delincuencia socializada.

Pero eso no es todo. En muchos centros de votación, los punteros políticos, cancheros por demás, muchos de ellos con muchos años de campañas encima, conocedores de todas las trampas habidas y por hacer, se pasean con total impunidad, fiscalizando mesas de manera irregular, presionando a los votantes o incluso manipulando boletas, retirando y escondiendo boletas opositoras. ¿Dónde están las autoridades electorales? ¿Dónde están los jueces que deberían garantizar la pureza del sufragio? Donde estan los principios de la ética y la moral?
A esto se suma un fenómeno escalofriante: el uso del engaño como herramienta de control. Promesas de que "sabrán lo que han votado" parecen ser un oscuro recordatorio de que no solo buscan influir en el presente, sino asegurar su control en el futuro. Esta estrategia de manipulación, que juega con la credulidad de quien busca un cambio o simplemente un alivio, debe ser erradicada de manera urgente.
Lo más grave de todo esto es que 
estas prácticas no son excepciones, sino la norma. Se han naturalizado hasta el punto de que muchos las ven como "parte del juego político". Pero no lo son. Son delitos, violaciones flagrantes a la ley electoral y, sobre todo, un ataque directo a la soberanía popular y a la democracia.

Y sin embargo, nadie paga por ello. Los partidos siguen cometiendo estas tropelías porque saben que no habrá consecuencias. Saben que no hay persecución posible por sus delitos porque la justicia responde a ellos. Han hecho una estructura de poder realmente avasalladora. Las denuncias se archivan, los procesos se eternizan y, al final, todo queda en la nada. La impunidad es el combustible que mantiene vivo este sistema corrupto.
Es fundamental que la ciudadanía tome conciencia de estos abusos. No podemos seguir siendo cómplices silenciosos. La resistencia pacífica y la denuncia activa son las únicas armas que tenemos para enfrentar esta corrupción institucionalizada. La historia nos ha demostrado que el miedo se combate con valentía y que el cambio nunca será posible si permitimos que estas prácticas continúen sin respuesta.

Frente a este panorama desolador, solo hay una salida: organizarse, denunciar y votar con conciencia. Debemos entender que el miedo es el arma favorita de quienes se benefician de este sistema. Pero el miedo se vence con unidad, con información y con la certeza de que hay alternativas honestas.

Para revertir esta situación, es necesario abrir un espacio para nuevos líderes que representen auténticamente los intereses del pueblo. En este contexto, figuras como Marcelo Pastore y Juana Leiva emergen como faros de esperanza y cambio. No vienen de la casta política que ha perpetuado estos abusos; son ciudadanos que han demostrado, con su trayectoria, que se puede hacer política sin corrupción, sin clientelismo y sin mentiras. Son una esperanza real. Ambos han demostrado un compromiso genuino con la comunidad, siendo el apoyo constante y la mano amiga de aquellos que enfrentan dificultades—sin importar afiliaciones políticas o elecciones en curso. En su trayectoria han demostrado ser incansables defensores de los derechos de los ciudadanos, demostrando siempre ser una voz firme contra el autoritarismo y el despilfarro. Encarnan el tipo de liderazgo que San Pedro necesita en este presenteun nuevo liderazgo que prioriza a la gente por encima de los intereses partidarios. Su trayectoria ejemplar y su conexión real con el pueblo sampedreño son prueba fehaciente de que si es posible hacer política de otra manera.

Marcelo y Juana no solo representan un cambio de cara; simbolizan un renovado compromiso con la ética, la y, sobre todo, una política desprovista de amiguismos y abusos. Con ellos, se abre la puerta a un horizonte donde la participación ciudadana se limite al ejercicio sano y democrático del voto, a vivir procesos de progreso familiar, con adecuados costos de los servicios que presta la Municipalidad, y donde las elecciones sean un reflejo de la voluntad popular y no un circo donde se baje la cabeza ante el miedo.

El cambio no vendrá de arriba, vendrá de nosotros. De perder el miedo, de fiscalizar, de exigir transparencia y, sobre todo, de elegir a quienes han demostrado que otra política es posible. 

Es momento por tanto de perder el miedo. Alzamos nuestra voz contra las injusticias, no solo para hacernos eco del descontento, sino para iniciar un camino hacia una transformación real. El cambio comienza desde la base, y cada ciudadano tiene un papel protagónico en esta lucha. Seamos la voz de quienes aún temen hablar, de quienes ven vulnerados sus derechos, de quienes anhelan una democracia auténtica.

Es hora de actuar. Con cada voto, con cada decisión, estamos Rompiendo el ciclo de la impunidad, abriendo las compuertas a un futuro donde las prácticas corruptas sean recordadas solo como una mala experiencia del pasado. Apostemos por un nuevo estilo de liderazgo, apoyemos a aquellos que genuinamente trabajan por y para la gente. Porque San Pedro merece más, y juntos podemos lograrlo.

No dejemos que el miedo gobierne nuestras decisiones. El futuro está en nuestras manos, y es tarea de todos garantizar una democracia limpia y transparente, donde las elecciones sean realmente el reflejo de nuestras aspiraciones colectivas.

La próxima vez que veas un abuso electoral, no te quedes callado. Denuncia, comparte, haz ruido. Porque la única manera de terminar con la impunidad es enfrentarla. Y la única manera de cambiar Argentina es votar sin miedo. ¡Cambiemos el rumbo!

Ante la Coacción y Compra de Voluntades, ¡Cambiemos el rumbo!

Ante el Fraude a Plena Luz del Día, ¡Cambiemos el rumbo!

Ante La Impunidad Como Sistema, ¡Cambiemos el rumbo!



Perder el Miedo y Cambiar la Historia

La Hora de la Dignidad

martes, 6 de mayo de 2025

SAN PEDRO EN UNA ENCRUCIJADA:

 

EDITORIAL: SAN PEDRO EN UNA ENCRUCIJADA: CLIENTELISMO VS. SOLIDARIDAD CON CREDIBILIDAD

En San Pedro de Jujuy, dos modelos de política chocan frente a las urnas. Por un lado, el clientelismo descarado del intendente Julio Bravo, que solo recuerda a los humildes cuando hay elecciones, llenando las calles de escombros para visibilizar las pocas obras que realiza y que se concentran en periodos electorales, con la llegada de camiones con toneladas de mercadería que durante el año brillan por su ausencia en los comedores, que sufren durante el resto del año para mantenerlos abiertos porque se las ven y se las desean para poder hacer un plato de comida decenteUn modelo aberrante de hacer politica que ya tiene que llegar a su fin porque tiene hartos a la mayoria de la ciudadania.

 Por el otro, el modelo de la trayectoria impecable de Marcelo Pastore y Juana Leiva, que a través de su organización San Pedro Solidario han demostrado que la verdadera ayuda no necesita campañas ni fechas en el calendario electoral. Quien no conoce en San Pedro

La vergüenza del trueque político

Es indignante que, en pleno siglo XXI, aún existan dirigentes que crean que los votos se compran con bolsones de comida. El operativo de los dos camiones con cincuenta toneladas de mercadería, repartidos estratégicamente días antes de las elecciones, no es más que un soborno institucionalizado. Mientras tanto, durante todo el año, las ollas populares y los comedores comunitarios deben mendigar recursos ante un municipio ausente.

¿Dónde está Julio Bravo cuando no hay elecciones? ¿Dónde están esos camiones en julio, agosto o septiembre, cuando el frío y el hambre golpean más fuerte? La respuesta duele: solo aparecen cuando hay votos en juego. Este no es un gesto de solidaridad, sino un acto de corrupción que degrada la democracia y humilla a quienes reciben ayuda condicionada.

La alternativa que ya demostró su compromiso

Frente a esta lógica perversa, Marcelo Pastore y Juana Leiva representan la política con credibilidad. Su trabajo en San Pedro Solidario no empezó ahora: lleva años de constancia, sin fotos para los diarios ni cálculos electorales. Ellos no necesitan repartir mercadería en época de campaña porque su compromiso no tiene fecha de vencimiento.

Pero hoy dan un paso más: deciden entrar a la política institucional no para enriquecerse, sino para cambiar las reglas del juego. Cansados de ver cómo las necesidades de la gente son ignoradas o utilizadas como moneda de cambio, buscan llevar al Concejo Deliberante la misma ética que los guió en el trabajo social: transparencia, empatía y soluciones reales.

San Pedro merece más que migajas electorales

Este domingo 11 de junio no es una elección más. Es una oportunidad para elegir entre el clientelismo que humilla y la solidaridad que dignifica. Entre quienes ven a los vecinos como votos cautivos y quienes los ven como ciudadanos con derechos.

Pastore y Leiva no prometen camiones llenos de mercadería en campaña. Prometen algo mucho más valioso: que los recursos lleguen cuando se necesitan, sin condicionamientos, sin manipulación. Porque la verdadera política no se basa en el hambre del pueblo, sino en su dignidad.

San Pedro tiene la palabra. La democracia no se compra: se defiende con votos conscientes.



Vicente Casas y los nuevos liderazgos que transforman la política jujeña

 

Editorial: Vicente Casas y los nuevos liderazgos que transforman la política jujeña


Mayo llega a Jujuy con una elección que no solo definirá fuerzas políticas inmediatas, sino que también marcará el rumbo hacia 2027. En medio de un escenario donde el oficialismo (Jujuy Crece) y La Libertad Avanza tratan de polarizar el debate, y donde el peronismo se fragmenta en luchas internas, surge una alternativa distinta: el Dr. Vicente Casas y su Frente Confiar, un espacio que trasciende las divisiones tradicionales y apuesta por una política con raigambre local, seriedad y compromiso con la gente.
 A diferencia de los proyectos atados a las disputas partidarias nacionales, Casas representa una visión descentralizada y pragmática, enfocada en soluciones concretas para Jujuy. Su liderazgo no se limita a las estructuras del justicialismo clásico, sino que se nutre de un amplio espectro de ciudadanos, profesionales y referentes locales que buscan alejarse de la grieta y de los personalismos.

La fuerza de los nuevos actores: San Pedro Somos Todos y el aporte de figuras como Marcelo Pastore y Juana Leiva

Uno de los ejemplos más claros de este nuevo enfoque es San Pedro Somos Todos, un movimiento que ha demostrado que la política puede hacerse desde el servicio, la transparencia y la cercanía con la gente. Figuras como el periodista Marcelo Pastore y la reconocida dirigente Juana Leiva encarnan este espíritu: trayectorias construidas desde el trabajo comunitario, lejos de los reflectores partidarios pero con un impacto real en la vida de los sanpedreños.

Pastore, con su mirada crítica y su compromiso con la comunicación responsable, y Leiva, con su extensa labor social, representan el tipo de liderazgo que Jujuy necesita: alejado de la vieja política, pero profundamente arraigado en el territorio. Su alianza con el proyecto de Casas refuerza la idea de que hay otro camino posible, uno donde la gestión, el diálogo y el respeto por la institucionalidad primen sobre la confrontación.

Un proyecto político diferente: menos etiquetas, más soluciones

Lo que distingue a Casas y a estos nuevos referentes es que no se definen por su adhesión a un espacio nacional, sino por su capacidad de construir acuerdos en función de las necesidades de Jujuy. Mientras otros se enredan en debates ideológicos o en pujas internas, ellos priorizan el trabajo en equipo, la planificación estratégica y la búsqueda de consensos.

En un contexto donde muchos votantes están cansados de los personalismos y las divisiones estériles, esta coalición de liderazgos locales, técnicos y sociales puede ser la clave para reconectar la política con la gente. No se trata de un "antiperonismo" ni de un "anticambiemos", sino de una propuesta que recupera lo mejor de la tradición política jujeña sin quedar atrapada en sus viejas disputas.

El desafío: consolidar una alternativa creíble hacia 2027

Las elecciones de este domingo serán un primer termómetro, pero el verdadero objetivo es sentar las bases para una alternativa de gobierno en 2027. Para eso, Casas y sus aliados deberán demostrar que su modelo de gestión—basado en la honestidad, la eficiencia y el diálogo—puede competir con las maquinarias tradicionales.

La presencia de figuras como Pastore y Leiva en este espacio refuerza su credibilidad, porque son nombres que la sociedad ya reconoce por su trabajo, no por su afiliación partidaria. Si logran articular una plataforma clara y sumar más actores independientes, podrían convertirse en la opción que muchos jujeños esperan: una política renovada, sin vendettas ni promesas vacías, centrada en resultados.

Conclusión

Jujuy está en un momento de transición. El desgaste de los partidos tradicionales y el surgimiento de nuevos liderazgos abren una oportunidad histórica para construir una política diferente. El Dr. Vicente Casas, junto a referentes como Marcelo Pastore y Juana Leiva, representa esa posibilidad: un proyecto que prioriza a la gente por sobre las siglas y que apuesta al trabajo serio por sobre la confrontación.

El domingo no solo se definen cargos, sino también qué tipo de política queremos para los próximos años. Y en ese camino, la apuesta de Casas y sus aliados puede ser la que finalmente logre unir a Jujuy en torno a un futuro con más diálogo, más inclusión y menos divisiones estériles. El cambio no vendrá desde Buenos Aires, sino desde los liderazgos locales que ya están trabajando por él.

Desde el Termometro Sampedreño te hacemos un llamado al voto de la esperanza: ese voto para un San Pedro que solo se construye con participación

Y recuerda que este domingo no solo se eligen representantes para las institucionesse define el rumbo de Jujuy. En tiempos de desencanto, el acto de votar sigue siendo la herramienta más poderosa para transformar la realidad. Por eso, el verdadero triunfo debe ser superar la indiferencia—quebrar el fantasma de la abstención y demostrar que, cuando la política se renueva, la ciudadanía responde.

Que esta elección no sea otra de baja participación, sino la del voto consciente, el de la esperanza en un futuro distinto. Ser conscientes de que cada boleta depositada en las urnas es un paso hacia esa Jujuy posible: la que se construye con trabajo serio, liderazgos honestos y proyectos colectivos. Votemos masivamente. Por nosotros, por los que vienen, y por el San Pedro que merecemos.

UN RETROCESO DEMOCRATICO

  Un retroceso democrático con perfume a cacerolazo ¡Qué lindo regalo nos dejó el gobierno de Javier Milei y Patricia Bullrich! Con el decre...