jueves, 8 de mayo de 2025

La Impunidad de las Malas Prácticas Políticas en Argentina

 

Editorial: Las Tropelías Electorales y la Urgencia de un Cambio

La Impunidad de las Malas Prácticas Políticas en Argentina
Personas vulnerables "obligadas" a votar

En Argentina, las elecciones deberían ser sinónimo de democracia, transparencia y voluntad popular. Sin embargo,
en cada elección que se lleva a cabo en nuestro país, el desgaste moral y ético de los partidos políticos se convierte en el verdadero protagonista. Las malas prácticas que se repiten cíclicamente son un insulto a la dignidad de la ciudadanía. En estas jornadas donde se decide el futuro de nuestra Provincia y de nuestro San Pedro de Jujuy, se evidencia una vez más la falta de escrúpulos de ciertos sectores que se aferran al poder. Lo que ocurre en la práctica es un espectáculo bochornoso de abusos, irregularidades y manipulación descarada por parte de los partidos políticos, especialmente aquellos que detentan y se aferran a un clavo ardiendo para mantenerse en el poder, incorporando parientes e hijos, como es el caso de Julio Bravo. No hay pudor, no hay vergüenza, solo impunidad. Desde el inicio de las campañas hasta el mismo día de los comicios, las malas prácticas se multiplican con total desfachatez, mientras la ciudadanía observa, impotente, cómo se ríen ante sus narices, con prácticas clientelistas, con apariencia de obras de ultima hora, con repartos de mercaderías que aparecen de la nada, y como su voto, —la esencia misma de la democracia— es manoseado y corrompido.

Antes incluso de llegar a las urnas, los mecanismos de presión y corrupción ya están en marcha. Los empleados públicos, desde municipales hasta provinciales, son extorsionados para trabajar en campañas partidarias, asistir a actos políticos o, peor aún, sufrir represalias si no demuestran lealtad al oficialismo de turno. ¿Dónde queda la libertad de elegir cuando el sustento de una familia depende de someterse a estos chantajes? Donde esta la ciudadanía defendiendo la democracia, defendiendo la dignidad de sus empleados públicos y exigiendo al Sr. Julio Bravo que se abstenga de estos comportamientos antidemocráticos que tanta indignación y vergüenza producen?

Las irregularidades no son solo una mancha en el proceso electoral; son una lacra que, con la complicidad del silencio y la inacción, corroe nuestras instituciones y socava la confianza del pueblo en la democracia. Desde semanas antes del día de la elección, los ciudadanos son testigos de una andanada de tropelías que deberían ser impensables. Ereparto clientelar de mercaderías, planes sociales y promesas falsas siguen siendo en 2025 una táctica tan vieja como efectiva para comprar votos en los sectores más vulnerables. La lástima es que eso es producto de la inactividad de los propios vecinos que lo permiten. No es solidaridad; es un negocio perverso que intercambia necesidades básicas por adhesión política. Y mientras tanto, los organismos de control miran para otro lado o actúan con una lentitud vergonzosa y cómplice.
Presiones ejercidas sobre empleados municipales para que trabajen en beneficio de las campañas, asistencia obligatoria a marchas, y ese deleznable reparto de mercadería en un intento desesperado por comprar voluntades son prácticas aberrantes que ocurren sin ningún tipo de pudor, y lo peor, todos somos consciente de que eso sucede, sin que ninguno hagamos nada por evitarlo.

Si los abusos previos son indignantes, lo que ocurre el día de la votación es directamente escandaloso. El acarreo de votantes, muchas veces personas mayores o en situación de precariedad, es una práctica sistemática y realmente se convierte en una rutina tan esperada como repudiable. Se los traslada en combis, se los "orienta" sobre cómo votar, incluso se paga el voto, autentico y escandaloso soborno y, en algunos casos, se les hace creer que su voto será monitoreado, sembrando el miedo a represalias posteriores. Aquellos que deberían ejercer su derecho a voto libremente se ven rodeados de amenazas y manipulaciones. Es intolerable que, en pleno siglo XXI, sigamos soportando este tipo de violencia política. La presión psicológica, el miedo sembrado entre los votantes y las coerciones abiertas son conductas que revelan una total falta de respeto hacia los derechos ciudadanos. Es pura delincuencia socializada.

Pero eso no es todo. En muchos centros de votación, los punteros políticos, cancheros por demás, muchos de ellos con muchos años de campañas encima, conocedores de todas las trampas habidas y por hacer, se pasean con total impunidad, fiscalizando mesas de manera irregular, presionando a los votantes o incluso manipulando boletas, retirando y escondiendo boletas opositoras. ¿Dónde están las autoridades electorales? ¿Dónde están los jueces que deberían garantizar la pureza del sufragio? Donde estan los principios de la ética y la moral?
A esto se suma un fenómeno escalofriante: el uso del engaño como herramienta de control. Promesas de que "sabrán lo que han votado" parecen ser un oscuro recordatorio de que no solo buscan influir en el presente, sino asegurar su control en el futuro. Esta estrategia de manipulación, que juega con la credulidad de quien busca un cambio o simplemente un alivio, debe ser erradicada de manera urgente.
Lo más grave de todo esto es que 
estas prácticas no son excepciones, sino la norma. Se han naturalizado hasta el punto de que muchos las ven como "parte del juego político". Pero no lo son. Son delitos, violaciones flagrantes a la ley electoral y, sobre todo, un ataque directo a la soberanía popular y a la democracia.

Y sin embargo, nadie paga por ello. Los partidos siguen cometiendo estas tropelías porque saben que no habrá consecuencias. Saben que no hay persecución posible por sus delitos porque la justicia responde a ellos. Han hecho una estructura de poder realmente avasalladora. Las denuncias se archivan, los procesos se eternizan y, al final, todo queda en la nada. La impunidad es el combustible que mantiene vivo este sistema corrupto.
Es fundamental que la ciudadanía tome conciencia de estos abusos. No podemos seguir siendo cómplices silenciosos. La resistencia pacífica y la denuncia activa son las únicas armas que tenemos para enfrentar esta corrupción institucionalizada. La historia nos ha demostrado que el miedo se combate con valentía y que el cambio nunca será posible si permitimos que estas prácticas continúen sin respuesta.

Frente a este panorama desolador, solo hay una salida: organizarse, denunciar y votar con conciencia. Debemos entender que el miedo es el arma favorita de quienes se benefician de este sistema. Pero el miedo se vence con unidad, con información y con la certeza de que hay alternativas honestas.

Para revertir esta situación, es necesario abrir un espacio para nuevos líderes que representen auténticamente los intereses del pueblo. En este contexto, figuras como Marcelo Pastore y Juana Leiva emergen como faros de esperanza y cambio. No vienen de la casta política que ha perpetuado estos abusos; son ciudadanos que han demostrado, con su trayectoria, que se puede hacer política sin corrupción, sin clientelismo y sin mentiras. Son una esperanza real. Ambos han demostrado un compromiso genuino con la comunidad, siendo el apoyo constante y la mano amiga de aquellos que enfrentan dificultades—sin importar afiliaciones políticas o elecciones en curso. En su trayectoria han demostrado ser incansables defensores de los derechos de los ciudadanos, demostrando siempre ser una voz firme contra el autoritarismo y el despilfarro. Encarnan el tipo de liderazgo que San Pedro necesita en este presenteun nuevo liderazgo que prioriza a la gente por encima de los intereses partidarios. Su trayectoria ejemplar y su conexión real con el pueblo sampedreño son prueba fehaciente de que si es posible hacer política de otra manera.

Marcelo y Juana no solo representan un cambio de cara; simbolizan un renovado compromiso con la ética, la y, sobre todo, una política desprovista de amiguismos y abusos. Con ellos, se abre la puerta a un horizonte donde la participación ciudadana se limite al ejercicio sano y democrático del voto, a vivir procesos de progreso familiar, con adecuados costos de los servicios que presta la Municipalidad, y donde las elecciones sean un reflejo de la voluntad popular y no un circo donde se baje la cabeza ante el miedo.

El cambio no vendrá de arriba, vendrá de nosotros. De perder el miedo, de fiscalizar, de exigir transparencia y, sobre todo, de elegir a quienes han demostrado que otra política es posible. 

Es momento por tanto de perder el miedo. Alzamos nuestra voz contra las injusticias, no solo para hacernos eco del descontento, sino para iniciar un camino hacia una transformación real. El cambio comienza desde la base, y cada ciudadano tiene un papel protagónico en esta lucha. Seamos la voz de quienes aún temen hablar, de quienes ven vulnerados sus derechos, de quienes anhelan una democracia auténtica.

Es hora de actuar. Con cada voto, con cada decisión, estamos Rompiendo el ciclo de la impunidad, abriendo las compuertas a un futuro donde las prácticas corruptas sean recordadas solo como una mala experiencia del pasado. Apostemos por un nuevo estilo de liderazgo, apoyemos a aquellos que genuinamente trabajan por y para la gente. Porque San Pedro merece más, y juntos podemos lograrlo.

No dejemos que el miedo gobierne nuestras decisiones. El futuro está en nuestras manos, y es tarea de todos garantizar una democracia limpia y transparente, donde las elecciones sean realmente el reflejo de nuestras aspiraciones colectivas.

La próxima vez que veas un abuso electoral, no te quedes callado. Denuncia, comparte, haz ruido. Porque la única manera de terminar con la impunidad es enfrentarla. Y la única manera de cambiar Argentina es votar sin miedo. ¡Cambiemos el rumbo!

Ante la Coacción y Compra de Voluntades, ¡Cambiemos el rumbo!

Ante el Fraude a Plena Luz del Día, ¡Cambiemos el rumbo!

Ante La Impunidad Como Sistema, ¡Cambiemos el rumbo!



Perder el Miedo y Cambiar la Historia

La Hora de la Dignidad

 

EL OCASO DE LAS IDEOLOGÍAS: CUANDO EL PODER ES UN FIN EN SÍ MISMO

La democracia, en teoría, es el gobierno del pueblo. Pero en la práctica, en nuestra provincia y mas concretamente en San Pedro, se ha convertido en el teatro de una clase política profesionalizada, más preocupada por perpetuarse en el poder que por servir a quienes dicen representar. Las ideologías han muerto, no por evolución social, sino por la mezquindad de quienes las instrumentalizan. Hoy, los partidos son meros logos intercambiables. Las promesas, discursos vacíos, y los principios, moneda de cambio para sostener privilegios.

La política se ha convertido lamentablemente en un modo de vida para muchos.
No importa si se viste de izquierda o de derecha: el objetivo es el mismo. Mantener el estatus, blindar prebendas y asegurar que la estructura de poder —hermanos, primos, sobrinos,
y hasta amantes— siga intacta. Son profesionales del cargo, vividores de lo público, expertos en reinventarse para seguir mamando de las arcas municipales. ¿Qué queda de la ética? ¿Dónde está el servicio a la comunidad? La respuesta es clara: enterrada bajo capas de cinismo y ambición.

Y es que hasta ahora seguimos empecinados en alimentar experimentos fallidos
Los resultados están a la vista. Gobiernos incompetentes, gestiones opacas, obras inconclusas,
las calles y veredas, durante años y años son un verdadero desastre, al igual que los servicios de salud, la limpieza, la seguridad… una desconexión absoluta de las necesidades reales de la gente. Mientras los políticos de carrera se aplauden entre sí, cambian de siglas o de partidos según se necesite en cada momento, con la sola intención de mantener abierta y disponible la jugosa teta del estado. los sampedreños sufren calles rotas, servicios deficientes y la sensación de que nadie los escucha. ¿Cuánto más hay que tolerar? No llega el momento ya de tomar una decisión en serio, consciente, pensando no solo en nuestro propio futuro sino el de nuestra propia descendencia?

Porque la política profesional se ha convertido en un negocio de supervivencia, donde los principios son rehenes de la ambición y las promesas se esfuman tan pronto como se alcanza el cargo. Frente a esta decadencia, solo hay una salida: confiar en quienes llevan años demostrando, con hechos y sin aspavientos, que su compromiso con San Pedro es real, auténtico y desinteresado. Que su accionar no se trata de embaucar con discursos. No se trata de campañas relámpago donde, de pronto, todos “se preocupan” por los problemas que han ignorado por años. Se trata de vidas enteras dedicadas a servir, sin necesidad de un cargo público para hacerlo. Personas que no necesitaron de un micrófono para escuchar, ni de una planilla electoral para tender una mano. Que en definitiva son personas que deciden comprometerse para acceder a las herramientas publicas para mejorar el trabajo

Es por eso que creemos que ha llegado la hora de la gente honesta. La hora de pensar en personas que nos hayan demostrado de manera clara su compromiso.
Llega el momento de romper el ciclo. De apostar por ciudadanos sin pedigrí político, pero con un historial de compromiso auténtico. Personas como 
Marcelo Pastore y Juanita Leiva, que no necesitaron de campañas para demostrar solidaridad. Su trabajo callado, lejos de micrófonos y fotos oportunistas, habla por sí solo. Ahora, dan el paso para multiplicar su impacto, usando las herramientas del municipio con transparencia y cercanía.

Marcelo Pastore y Juanita Leiva son el ejemplo vivo de esto. No son improvisados. No son oportunistas que aparecen cada cuatro años con sonrisas forzadas y promesas vacías. Son vecinos que, durante años, han estado ahí: en los barrios, en las escuelas, en las calles, trabajando en silencio por los demás. Han demostrado lo que otros solo saben prometer.

¿Por qué seguir confiando en quienes solo ven en la política un trampolín para su beneficio? ¿Por qué arriesgarnos otra vez con caras nuevas que, detrás de su retórica, esconden los mismos vicios de siempre? La verdadera garantía no está en los slogans, sino en la trayectoria. En esos hombres y mujeres que no necesitan fingir empatía porque llevan décadas viviéndola.

El 11 de mayo no es solo una elección. Es una oportunidad para devolverle a San Pedro la política que merece: honesta, cercana y trabajadora. No más experimentos con desconocidos que solo llegan por ocupar un numero en las listas partidarias. No más apuestas a dudosos salvadores. Es la hora de los que ya han demostrado su eficiencia.

El voto consciente no premia promesas: premia hechos. Y los hechos, como los de Marcelo y Juanita, no se negocian.





El 11 de mayo, es una oportunidad histórica
San Pedro no aguanta más promesas falsas. Necesitamos gestores, no charlatanes; voces honestas, no ecos de la partidocracia. La conciencia ciudadana debe imponerse: votar no por siglas, sino por trayectorias. Porque la verdadera democracia no se construye con cambalaches de poder, sino con gente que sirve sin servirse.

¡Despertemos! El futuro no puede ser más de lo mismo. Tu voto es tu voz, y el silencio solo beneficia a los mismos de siempre. Este 11 de mayo, no te quedes en casa: sal, vota y exige un futuro digno. ¡La esperanza no se pide, se construye con las urnas!

O cambiamos las cosas hoy, o mañana será otra ocasión perdida. ¡El poder es tuyo, úsalo!


martes, 6 de mayo de 2025

 𝐋𝐨𝐬 𝐉𝐮𝐛𝐢𝐥𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐌𝐢𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐀𝐣𝐮𝐬𝐭𝐞: 𝐄𝐥 𝐂𝐨𝐬𝐭𝐨 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐥 "𝐒𝐚𝐧𝐞𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐌𝐚𝐜𝐫𝐨𝐞𝐜𝐨𝐧ó𝐦𝐢𝐜𝐨" 𝐝𝐞 𝐌𝐢𝐥𝐞𝐢


En Argentina, los jubilados han sido históricamente el sector más vulnerable frente a los vaivenes económicos. Hoy, bajo el gobierno de Javier Milei, esa vulnerabilidad se ha convertido en un ataque directo. Con la excusa de "ordenar las cuentas públicas", el Ejecutivo ha lanzado una serie de medidas que golpean sin piedad a quienes ya no tienen cómo defenderse: los adultos mayores que dependen de una jubilación que, mes a mes, vale menos.

El Ajuste que Nadie Quiso Ver, porque Milei llegó al poder prometiendo terminar con la inflación y "reconstruir" la economía. Pero su receta ha sido clara: recortar el gasto social, congelar movilidad jubilatoria real y liberar precios, mientras los ingresos de los retirados quedan atrapados en una pesificación forzosa que los empobrece día a día.

A todo esto, hay una Movilidad insuficiente: Los aumentos por decreto (sin participación del Congreso) no cubren la inflación real, especialmente en alimentos y medicamentos, que suben muy por encima del índice general.Sumale Los Tarifazos sin alivio: Luz, gas, agua y transporte han aumentado en porcentajes estratosféricos, devorando hasta el 50% de los haberes en muchos casos.

Y que decir de la pérdida del poder adquisitivo: Según cálculos de economistas independientes, en los últimos seis meses, los jubilados perdieron entre un 20% y 30% de capacidad de compra.

Y es que la Jubilación ya No Alcanza Ni Para lo Básico

Mientras el gobierno celebra el superávit fiscal, los jubilados hacen malabares para llegar a fin de mes:

  • Eligen entre comer o comprar medicamentos: Los adultos mayores con enfermedades crónicas son los más afectados, ya que los remedios aumentaron hasta un 200% en algunos casos.

    Y sabes que ? Los Jubilados estan volviendo a trabajar: Cada vez más jubilados se ven obligados a buscar changas o empleos informales para poder complementar ingresos, en condiciones físicas muchas veces precarias.

  • Muchisimos de ellos dependen de la ayuda familiar o de ollas populares: La solidaridad se ha vuelto su única red de contención frente a un Estado que los abandona.

El Doble Discurso del Gobierno

Milei insiste en que "no hay plata" y que los subsidios son insostenibles, pero:

  • No toca a los sectores concentrados: Grandes empresas de energía, farmacéuticas y retail siguen obteniendo ganancias récord, ganancias millonarias en dolares, mientras los jubilados pagan el ajuste.

    Miley Prioriza el pago de deuda externa: Los bonistas y el FMI reciben cumplimiento, pero los abuelos reciben migajas.

    Miley no solo niega esta emergencia sino que la reprime: El oficialismo desestima las protestas sociales tachándolas de "operaciones políticas", operaciones desestabilizadoreas… ignorando el verdadero drama real.

Y pregunto… ¿Hasta Cuándo?

Los jubilados no son solo un número: son la generación que construyó este país, que trabajó durante décadas con la promesa de un retiro digno. Hoy, ese derecho se les arrebata en nombre de un equilibrio macroeconómico que, hasta ahora, y eso esta duera de toda duda, solo beneficia a los de arriba.

Si el "éxito" del plan de Milei se mide por cifras frías y no por el bienestar de su pueblo, entonces no es un éxito, es una estafa. Porque una sociedad que abandona a sus mayores no tiene futuro, solo un presente lleno de deudas… y deudas morales.

A los jubilados argentinos les debemos respeto y consideracion y les pedimos que No claudiquen. Su lucha no es solo por un aumento, es por dignidad. Y esa dignidad, ningún ajuste puede quitársela.


SAN PEDRO EN UNA ENCRUCIJADA:

 

EDITORIAL: SAN PEDRO EN UNA ENCRUCIJADA: CLIENTELISMO VS. SOLIDARIDAD CON CREDIBILIDAD

En San Pedro de Jujuy, dos modelos de política chocan frente a las urnas. Por un lado, el clientelismo descarado del intendente Julio Bravo, que solo recuerda a los humildes cuando hay elecciones, llenando las calles de escombros para visibilizar las pocas obras que realiza y que se concentran en periodos electorales, con la llegada de camiones con toneladas de mercadería que durante el año brillan por su ausencia en los comedores, que sufren durante el resto del año para mantenerlos abiertos porque se las ven y se las desean para poder hacer un plato de comida decenteUn modelo aberrante de hacer politica que ya tiene que llegar a su fin porque tiene hartos a la mayoria de la ciudadania.

 Por el otro, el modelo de la trayectoria impecable de Marcelo Pastore y Juana Leiva, que a través de su organización San Pedro Solidario han demostrado que la verdadera ayuda no necesita campañas ni fechas en el calendario electoral. Quien no conoce en San Pedro

La vergüenza del trueque político

Es indignante que, en pleno siglo XXI, aún existan dirigentes que crean que los votos se compran con bolsones de comida. El operativo de los dos camiones con cincuenta toneladas de mercadería, repartidos estratégicamente días antes de las elecciones, no es más que un soborno institucionalizado. Mientras tanto, durante todo el año, las ollas populares y los comedores comunitarios deben mendigar recursos ante un municipio ausente.

¿Dónde está Julio Bravo cuando no hay elecciones? ¿Dónde están esos camiones en julio, agosto o septiembre, cuando el frío y el hambre golpean más fuerte? La respuesta duele: solo aparecen cuando hay votos en juego. Este no es un gesto de solidaridad, sino un acto de corrupción que degrada la democracia y humilla a quienes reciben ayuda condicionada.

La alternativa que ya demostró su compromiso

Frente a esta lógica perversa, Marcelo Pastore y Juana Leiva representan la política con credibilidad. Su trabajo en San Pedro Solidario no empezó ahora: lleva años de constancia, sin fotos para los diarios ni cálculos electorales. Ellos no necesitan repartir mercadería en época de campaña porque su compromiso no tiene fecha de vencimiento.

Pero hoy dan un paso más: deciden entrar a la política institucional no para enriquecerse, sino para cambiar las reglas del juego. Cansados de ver cómo las necesidades de la gente son ignoradas o utilizadas como moneda de cambio, buscan llevar al Concejo Deliberante la misma ética que los guió en el trabajo social: transparencia, empatía y soluciones reales.

San Pedro merece más que migajas electorales

Este domingo 11 de junio no es una elección más. Es una oportunidad para elegir entre el clientelismo que humilla y la solidaridad que dignifica. Entre quienes ven a los vecinos como votos cautivos y quienes los ven como ciudadanos con derechos.

Pastore y Leiva no prometen camiones llenos de mercadería en campaña. Prometen algo mucho más valioso: que los recursos lleguen cuando se necesitan, sin condicionamientos, sin manipulación. Porque la verdadera política no se basa en el hambre del pueblo, sino en su dignidad.

San Pedro tiene la palabra. La democracia no se compra: se defiende con votos conscientes.



UN RETROCESO DEMOCRATICO

  Un retroceso democrático con perfume a cacerolazo ¡Qué lindo regalo nos dejó el gobierno de Javier Milei y Patricia Bullrich! Con el decre...