Editorial: Un último llamado a la dignidad y la justicia
San Pedro de Jujuy en la encrucijada: entre el autoritarismo y la esperanza
Hoy, en la víspera de las elecciones, San Pedro de Jujuy y toda la provincia se encuentran ante un momento histórico. No es solo un día de reflexión, sino una última oportunidad para evaluar con crudeza el camino recorrido bajo liderazgos que han priorizado el interés propio sobre el bien común. La ciudadanía debe alzar la voz contra quienes, desde el poder, han convertido la administración pública en un feudo de opacidad, negligencia y atropellos.
Julio Bravo: el intendente que olvidó su juramentoLa gestión de Julio Bravo al frente de la intendencia de San Pedro de Jujuy ha sido un reflejo de la desconexión con las necesidades urgentes de su gente. Bajo su mandato, proyectos clave de infraestructura, salud y educación han quedado en promesas vacías, mientras el clientelismo y la falta de transparencia se instalaron como norma. ¿Dónde están los resultados de los fondos públicos destinados a mejorar la calidad de vida? ¿Por qué persisten los cortes de agua, las calles destruidas y la desatención en los barrios más humildes? Bravo no solo ha fallado en gestionar; ha perpetuado un sistema que margina a los mismos ciudadanos que juró servir. Su estilo autoritario, lejos de construir consensos, ha dividido y confrontado, dejando una estela de desconfianza en la política.
El gobernador y la continuidad del fracasoEn la provincia, la administración del actual gobernador no ha sido más que una extensión de los vicios del pasado. En lugar de romper con la herencia tóxica de su antecesor, ha mantenido intactos los mecanismos de corrupción y la falta de rendición de cuentas. Los jujeños siguen esperando soluciones concretas al colapso sanitario, la crisis económica en las regiones rurales y el abandono de los jóvenes. Mientras tanto, el silencio cómplice ante los abusos de poder y la concentración de recursos en manos de unos pocos revelan una prioridad clara: proteger intereses partidarios antes que garantizar derechos básicos.
La sombra de Morales: un legado de impunidad
No puede hablarse de la crisis actual sin mirar atrás y señalar al exgobernador Gerardo Morales, cuyo paso por el gobierno provincial dejó cicatrices profundas. Morales normalizó el uso faccioso de las instituciones, persiguió disidencias y debilitó los controles democráticos para blindar su proyecto político. Su gestión, marcada por escándalos de corrupción y represión a las protestas sociales, sentó las bases para que prácticas antidemocráticas se arraigaran en Jujuy. Hoy, su influencia sigue contaminando a una clase política que no ha sabido —o querido— cortar con ese pasado.
Este editorial no es solo una denuncia; es un llamado a la acción. Mañana, cada voto será un acto de resistencia contra quienes han secuestrado la esperanza de un pueblo trabajador y digno. San Pedro de Jujuy y Jujuy entera merecen líderes que gobiernen con humildad, escuchen las demandas populares y prioricen el acceso a la salud, el empleo digno y la educación pública.
No se vote por miedo, por costumbre o por favores menores. Se vote con memoria: por los que sufrieron represión, por los que migraron ante la falta de oportunidades, por los que hoy luchan por un plato de comida. La democracia no se reduce a un ritual cada cuatro años; es el compromiso diario de exigir ética y eficiencia.
Un futuro por escribir
Que este último día de reflexión sirva para recordar que las urnas no solo eligen gobernantes: juzgan el pasado y definen el futuro. Jujuy puede elegir seguir encadenada a una elite que la desprecia, o dar un paso valiente hacia la renovación. La dignidad no se negocia.
Mañana, vote con la conciencia limpia y la determinación de quien exige lo que le debe su patria: respeto.
¡Por una Jujuy libre, justa y soberana!
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