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sábado, 23 de agosto de 2025

Una noticia deseada

 Sí, la noticia es verdadera. El gobierno argentino, a través de la Dirección Nacional de Vialidad, apeló el fallo judicial que benefició a Cristina Kirchner en una demanda civil.


El contexto es el siguiente:

Un juez del fuero Civil y Comercial, Marcelo Bruno Dos Santos, había cerrado la demanda civil contra Cristina Kirchner y otros condenados en el caso Vialidad, en la que se les reclamaba una indemnización de $22.300 millones por daños y perjuicios.

El juez declaró la "caducidad de la instancia" porque consideró que la Dirección de Vialidad Nacional no había impulsado el expediente durante un período de seis meses, según lo estipulado por el Código Procesal.

Ante esta decisión, el gobierno de Javier Milei, a través de Vialidad Nacional, presentó una apelación para revertir el fallo y continuar con el reclamo.La Encrucijada de la Justicia Argentina: Credibilidad Institucional y la Apelación del Fallo Vialidad

La Encrucijada de la Justicia Argentina: Credibilidad Institucional y la Apelación del Fallo Vialidad

Un Fallo, Un Punto de Quiebre: La Encrucijada de la Justicia Argentina

La decisión del gobierno de Javier Milei de apelar el fallo judicial que declaró la caducidad de la instancia en la demanda civil por daños contra la expresidenta Cristina Kirchner no es simplemente un acto procesal más en el complejo entramado de la justicia argentina. Constituye una declaración política contundente y un punto de quiebre en el debate público sobre la lucha contra la corrupción, la impunidad de los poderosos y, sobre todo, la erosión de la credibilidad de las instituciones. Este hecho, que ha cobrado un peso simbólico enorme, coloca al Poder Judicial en el centro de un escrutinio sin precedentes, obligándolo a confrontar la percepción generalizada de que opera bajo lógicas de conveniencia política más que bajo los principios del derecho y la equidad.

Este reporte se propone ir más allá de los titulares y el relato político para ofrecer un análisis exhaustivo y matizado de lo que está en juego. Se desglosarán los argumentos del gobierno a favor de la apelación, encuadrados en un discurso de defensa del interés público y recuperación del erario. Paralelamente, se examinará la contra-narrativa, aquella que denuncia la instrumentalización de la justicia como un arma de persecución política, un fenómeno conocido como lawfare. El objetivo es proporcionar una comprensión profunda de por qué este caso en particular ha capturado la atención de la sociedad y se ha convertido en una pieza clave para la legitimidad del sistema judicial en su conjunto. Se abordará la colisión entre el tecnicismo legal de la "caducidad de instancia" y la exigencia ciudadana de una justicia sustantiva, que no solo condene los crímenes, sino que también asegure la reparación del daño. Para lograrlo, el análisis se estructurará a través de tres lentes interconectados: el legal-procesal, que detalla los hechos del caso; el político-institucional, que explora las tensiones entre poderes; y el de la percepción pública, que mide la confianza de los ciudadanos en su sistema de justicia. Esta aproximación holística es indispensable para un análisis verdaderamente experto que evade la polarización simplista y se centra en los desafíos estructurales de la democracia argentina.

La Crisis de Confianza: Un Diagnóstico del Poder Judicial Argentino

El Espejo de las Encuestas: Una Confianza Fragmentada

La escasa confianza en la justicia no es una novedad, sino una enfermedad crónica que afecta la salud del sistema democrático argentino. Un estudio de la Universidad Torcuato Di Tella y la asociación civil Fores, realizado en noviembre de 2023, reveló una cifra impactante: solo el 8% de los argentinos confía en el Poder Judicial. Este dato, que se ha mantenido en niveles similares a lo largo del tiempo, subraya una desconexión fundamental entre las instituciones de la república y la ciudadanía a la que deben servir.

Sin embargo, un análisis más detallado de la misma encuesta revela una contradicción profunda. El Índice de Confianza en la Justicia (ICJ), que promedia dos subíndices, mostró un resultado de 47.5 puntos. Mientras el subíndice perceptual, que mide la opinión sobre la imparcialidad, eficiencia y honestidad de los tribunales, se encontraba en un alarmante 24.8 puntos, el subíndice conductual, que evalúa si los ciudadanos recurrirían a la justicia para resolver conflictos, alcanzó los 70.1 puntos. Esta dicotomía es reveladora. Sugiere que la gente desconfía profundamente de la moralidad y la autonomía de los jueces, sospechando que los fallos están influenciados por los poderes políticos y económicos. No obstante, al mismo tiempo, perciben a los tribunales como el único recurso formal y funcional para resolver sus conflictos personales, ya sea por un cheque sin fondos, un divorcio o una indemnización laboral.

Esta dualidad expone un problema de legitimidad, no de legalidad. No es la ley en sí misma la que está en cuestión, sino su aplicación por parte de los operadores judiciales, que son percibidos como corruptos o susceptibles a presiones externas. Es este contexto de sospecha generalizada el que hace que un tecnicismo legal como la "caducidad de instancia" en un caso de alto perfil sea tan corrosivo para la percepción pública. Para la ciudadanía, que ya ve el sistema como parcial, un fallo que absuelve de una deuda millonaria a una figura poderosa por una presunta inacción procesal de un gobierno anterior es simplemente incomprensible y refuerza la idea de que la justicia no es igual para todos. La apelación del gobierno de Milei capitaliza esta discrepancia, presentándose como la única vía para alinear la justicia civil con el sentido común de la ciudadanía, que exige rendición de cuentas.

Tabla 1: Percepción Ciudadana de la Justicia en Argentina (UTDT & Fores, Noviembre 2023)

| Indicador | Puntuación | Descripción |

|---|---|---|

| Nivel de Confianza | 8% | Porcentaje de argentinos que confía en la justicia. |

| Subíndice Perceptual | 24.8 puntos | Mide la opinión sobre la imparcialidad, eficiencia y honestidad de los tribunales. |

| Subíndice Conductual | 70.1 puntos | Mide si los encuestados recurrirían a la justicia para resolver conflictos. |

La Corrupción como Problema Estancado y la Falta de Independencia

El estancamiento en la lucha contra la corrupción es otra arista de esta crisis. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2023 de Transparencia Internacional muestra que Argentina ha estado estancada por años, con un puntaje de 37 sobre 100, un descenso de un punto respecto al año anterior, lo que la ubicó en el puesto 98 de 180 países. Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, señala que la interferencia de la política en el poder judicial y las fluctuaciones en los órganos de control son las principales razones por las que la lucha contra la corrupción avanza a un ritmo "muy lento". Esto confirma que la "connivencia de determinados jueces" no es solo una crítica popular, sino un problema estructural que Transparencia Internacional identifica como la causa principal de la impunidad de los poderosos en las Américas.

La apelación de la causa Vialidad, en este contexto, adquiere una relevancia singular. El gobierno entrante de Milei ha sido criticado por la falta de un "abordaje integral y sistemático" en materia de integridad y lucha anticorrupción en sus primeras propuestas legislativas. En este escenario, la apelación se erige como una de las pocas acciones concretas y de alto perfil que la nueva administración ha tomado para demostrar su compromiso con esta causa. El éxito o el fracaso de esta apelación será interpretado, por la ciudadanía y por los organismos internacionales, como una medida de la seriedad del gobierno en este frente.

Un Vistazo de Esperanza con Reservas

A pesar del panorama desolador, estudios más recientes han detectado un leve pero sostenido aumento en la confianza en la justicia, pasando de 9 puntos en octubre de 2023 a 14 en mayo de 2025. Sin embargo, esta mejora es insuficiente para generar "confianza plena" y está matizada por una advertencia crucial. El mismo estudio indica que las personas que han participado directamente en un proceso judicial, ya sea como demandantes o demandados, tienden a tener una visión "más negativa" sobre la equidad, honradez y el control de los poderes políticos y económicos por parte de la justicia. Este hallazgo es fundamental: la desconfianza no es una teoría abstracta impulsada por los medios, sino una conclusión extraída de la vivencia de los ciudadanos al interactuar con el sistema. La apelación de un fallo que beneficia a una figura poderosa es vista por muchos como una oportunidad para que el sistema demuestre que puede rectificar un camino que prioriza la formalidad sobre la justicia sustantiva.

El Caso "Vialidad" en Detalle: Del Fallo Penal a la Apelación Civil

La Condena Penal: Un Precedente Firme

Para comprender la trascendencia de la apelación civil, es indispensable diferenciar las dos causas judiciales que pesan sobre la expresidenta. La causa penal, que investigó la dirección de la obra pública en Santa Cruz, ya culminó. Cristina Kirchner fue condenada a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta agravada en perjuicio del Estado. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena, y el recurso de queja de la defensa ante la Corte Suprema fue rechazado, lo que dejó el fallo penal "firme" y la inhabilitó para ser candidata. Este es un punto crucial: la justicia penal ya dictaminó que se cometió un delito que causó un perjuicio al Estado.

El "Tecnicismo" de la Caducidad de Instancia

En paralelo a la causa penal, se tramitaba una demanda civil iniciada por la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) para recuperar los daños y perjuicios estimados en $22.300 millones de pesos. El 19 de agosto de 2025, el juez Marcelo Bruno Dos Santos firmó un fallo que declaró la "caducidad de instancia" del proceso, lo que en la práctica significa que la causa se cierra y Cristina Kirchner no debe pagar la indemnización. La base del fallo es un tecnicismo legal: el juez determinó que entre el 17 de marzo de 2023 y el 18 de septiembre de ese mismo año, descontando la feria judicial de invierno, se cumplió el plazo de 6 meses estipulado por el Código Procesal para considerar la caducidad debido a la inacción de la parte actora, es decir, la Dirección Nacional de Vialidad. El juez justificó su decisión sosteniendo que este instituto legal "no fue creado al solo efecto de castigar la negligencia de las partes" sino que fundamentalmente persigue "evitar la prolongación indefinida de los juicios".

Tabla 2: Cronología del Proceso Judicial: Causa Vialidad (Penal vs. Civil)

Hito | Fecha | Ámbito | Descripción |

|---|---|---|---|

| Inicio del Juicio Oral | 2019 | Penal | Comienza el juicio oral y público por administración fraudulenta agravada. |

| Fallo de Primera Instancia | Diciembre 2022 | Penal | Cristina Kirchner es condenada a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua. |

| Inicio de Demanda Civil | 2018 | Civil | La Dirección Nacional de Vialidad inicia un reclamo civil por daños. |

| Confirmación de Casación | Noviembre 2024 | Penal | La Cámara de Casación ratifica la condena penal. |

| Rechazo de Recurso | Junio 2025 | Penal | La Corte Suprema rechaza el recurso extraordinario de la defensa, dejando la condena firme. |

| Fallo de Caducidad | Agosto 2025 | Civil | El juez Bruno Dos Santos declara la caducidad de la instancia en la demanda civil. |

Los Argumentos de la Apelación: La Defensa del Erario Público

Ante la sorpresa y la indignación de la opinión pública, el gobierno de Milei anunció de inmediato que apelaría el fallo del juez Dos Santos. Aunque los argumentos legales explícitos de la apelación no están detallados en el material, se puede inferir su base. La DNV había señalado demoras judiciales previas que dilataron la tramitación de la causa, como la cuestión de competencia resuelta por la Corte Suprema cuatro años después. La apelación se fundamenta en la defensa del "interés público" por encima del tecnicismo procesal. La decisión de la Dirección Nacional de Vialidad, respaldada por el gobierno, no solo busca recuperar una suma de $22.300 millones de pesos, sino que también sirve como una declaración política.

En un país en crisis, la apelación convierte un proceso legal en una acción de gobierno, que demuestra a la ciudadanía que la "justicia" no solo se trata de penas de prisión, sino de la recuperación de lo que fue dañado. Esta acción está directamente alineada con el discurso del gobierno de "no hay plata" y la necesidad de que el Estado recupere sus activos. Es una manifestación concreta de la voluntad de "terminar con la impunidad de la corrupción". La apelación es un mensaje contundente de que, bajo la nueva gestión, no habrá "connivencia" ni uso de "recursos oscuros" para garantizar la impunidad. Busca que el sistema judicial, en instancias superiores, rectifique un fallo que parece haber priorizado la formalidad sobre la justicia sustantiva, y que de otra forma sería incomprensible para la sociedad.

El "Lawfare": Un Contrarrelato de la Justicia como Arma Política

Definición y Origen del Término

El debate sobre la apelación del fallo de Vialidad no puede ser comprendido sin la contra-narrativa del "lawfare". El término, una contracción de las palabras en inglés law (ley) y warfare (guerra), se define como la "guerra jurídica" o la "judicialización de la política". Se refiere a la utilización abusiva del derecho con fines políticos, manteniendo una apariencia de legalidad para inhabilitar o provocar el repudio popular contra un oponente. Esta estrategia ha sido utilizada por políticos tanto de derecha como de izquierda en América Latina y es vista por muchos como un reemplazo de los golpes de Estado militares, que buscan inhabilitar a líderes populares que no pueden ser derrotados en las urnas.

Acusaciones de Parcialidad y Conexión en la "Causa Vialidad"

Los defensores de la tesis del lawfare argumentan que la "Causa Vialidad" es un ejemplo paradigmático de este fenómeno. Se enumeran múltiples irregularidades que, según esta visión, viciaron el proceso de origen. El proceso fue iniciado por el juez Julián Ercolini, descrito como "cercano al macrismo". Jueces de la Cámara de Casación, como Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, que sostuvieron la causa, visitaron la Casa Rosada en múltiples ocasiones durante el gobierno de Mauricio Macri. Adicionalmente, se ha señalado que el juez del juicio oral, Rodrigo Giménez Uriburu, y el fiscal Diego Luciani, quienes condenaron a la expresidenta, compartían equipo de fútbol en la quinta presidencial de Olivos, lo que plantea serias dudas sobre la imparcialidad del proceso.

Además de las conexiones personales, se señalan irregularidades procesales. Se argumenta que la denuncia fue formulada por el interventor de Vialidad, Javier Iguacel, quien realizó una auditoría sesgada enfocada únicamente en Santa Cruz, sin pericias comparativas con otras provincias. Incluso el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, habría reconocido en su momento que "No hay delito, la defensa superó ampliamente la acusación". A pesar de la falta de pruebas de su "intervención personal" o de un "retorno económico" directo, Cristina Kirchner fue condenada e inhabilitada "en tiempo récord", un hecho que sus defensores atribuyen a la presión política y mediática.

El Papel del Gobierno y la "Maniobra" Procesal

La narrativa del lawfare también se extiende al fallo civil. Se plantea que la inacción de la Dirección Nacional de Vialidad, que llevó a la "caducidad de instancia", no fue un simple error procesal del gobierno anterior, sino una maniobra deliberada para permitir que la causa se extinguiera. Desde esta perspectiva, la defensa de la expresidenta habría solicitado la caducidad por considerar que las "prerrogativas que indica el Código Procesal" para tal fin se habían cumplido "inexorablemente".

El hecho de que el gobierno de Milei haya decidido apelar el fallo puede ser interpretado de varias maneras. Mientras sus defensores lo ven como un acto de valentía para defender el erario público, los críticos del lawfare podrían interpretarlo como una continuación de la misma estrategia de persecución, buscando mantener viva una causa que, desde su perspectiva, fue armada sin fundamentos sólidos y que ha agotado los tecnicismos legales para su cierre.

La Apelación como Acto de Reafirmación Institucional: Argumentos a Favor del Gobierno

La Recuperación del Patrimonio Público

El argumento principal a favor de la apelación del gobierno es la defensa del erario público. El monto de $22.300 millones de pesos, que se buscaba recuperar en la demanda civil, no es una suma trivial, sino una cantidad astronómica que no puede ser renunciada por un tecnicismo procesal. La apelación convierte un proceso legal en una acción de gobierno, que demuestra a la ciudadanía que la "justicia" no solo se trata de penas de prisión, sino también de la recuperación de lo que le pertenece al Estado. En un contexto de ajuste fiscal y de profunda crisis económica, la decisión de apelar es un acto de coherencia política que refuerza el discurso del presidente de que "no hay plata" y de que los responsables de la corrupción deben devolver lo que presuntamente sustrajeron. La apelación es la manifestación concreta de la voluntad política de "terminar con la impunidad de la corrupción".

Un Mensaje de Freno a la Impunidad

La apelación es un mensaje contundente de que, bajo la nueva gestión, no habrá "connivencia" ni uso de "recursos oscuros" para garantizar la impunidad. El fallo penal ya sentó un precedente sobre el delito y la responsabilidad de los funcionarios en el manejo de fondos públicos. La apelación civil busca que ese precedente tenga una consecuencia patrimonial, lo que es igualmente importante para la percepción de la justicia. La decisión del gobierno de no aceptar el fallo y recurrir a instancias superiores es un gesto que busca demostrar a la sociedad que el Estado no dejará pasar la oportunidad de cobrar una deuda que ya ha sido validada en el ámbito penal, independientemente de los errores procesales que hayan ocurrido bajo la gestión anterior.

El Rol de la Justicia en la Democracia

Finalmente, la apelación del gobierno de Milei es una oportunidad para que el sistema judicial, en instancias superiores, demuestre su capacidad de rectificar. Se argumenta que la credibilidad de la justicia no se restaura con excusas o tecnicismos, sino con acciones transparentes y la aplicación de la ley para todos, sin importar su poder o influencia política. La Corte Suprema ya rechazó un recurso de queja en la causa penal , sentando un precedente que la justicia civil debería seguir. La apelación es un llamado a la coherencia institucional, una solicitud para que la justicia sustantiva prevalezca sobre las artimañas procesales y se reafirme el principio de que los crímenes que perjudican al Estado deben tener consecuencias tanto penales como patrimoniales.

Conclusión: Más Allá del Caso, el Futuro de la República

El fallo de "caducidad de instancia" en la causa civil "Vialidad" es un espejo de las contradicciones y la profunda crisis de credibilidad que atraviesa la justicia argentina. Si bien la defensa de Cristina Kirchner y sus aliados lo califican como una prueba de un proceso viciado de origen y una manifestación de lawfare, la decisión del gobierno de Javier Milei de apelar lo presenta como la única vía para defender el interés público y restaurar la confianza en las instituciones. Este evento pone de manifiesto una verdad incómoda: la desconfianza ciudadana en el Poder Judicial no es una cuestión teórica, sino una realidad palpable que se alimenta de la percepción de que la ley se aplica de manera diferente para los poderosos.

La decisión del gobierno de apelar, en contra de un tecnicismo legal que favorece a una figura poderosa, es un gesto político significativo. En un contexto de estancamiento en la lucha contra la corrupción, esta acción busca alinear la justicia con la exigencia popular de poner fin a la impunidad. Para la "gente común", es incomprensible que una persona condenada por un delito que perjudicó al Estado no deba resarcir el daño económico, y la apelación es la vía para que el sistema judicial, en instancias superiores, resuelva esta incoherencia.

La credibilidad de la justicia no se juega en un solo caso, pero este es sin duda un punto de inflexión. El futuro del Estado de derecho en Argentina pende de la capacidad de sus instituciones para demostrar que la ley es igual para todos, y que la justicia sustantiva prevalece sobre las artimañas procesales. La resolución de este caso será un termómetro de la madurez de la democracia argentina y de su capacidad para sanar una de sus heridas más profundas.

PD. Links de interés:

https://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?id_nota_prensa=21705&id_item_menu=6&hl=es-AR

https://poderciudadano.org/indice-de-percepcion-de-la-corrupcion-2023-sin-esfuerzos-significativos-y-sin-lugar-en-la-agenda-actual-argentina-continua-estancada/?hl=es-AR




jueves, 24 de julio de 2025

Entrevistas Imposibles. Hoy CFK

Entrevista imposible a Cristina Fernández de Kirchner.


Preguntas picantes y respuestas absurdas para sacarte una sonrisa. Todo en clave de humor, con un toque de exageración y sin ninguna pretensión de reflejar la realidad.

Vamos con 12 preguntas comprometidas, imaginando a Cristina en su mejor estilo teatral, respondiendo con un giro cómico.

Entrevistador: ¡Cristina, qué alegría tenerte en este plató imaginario! Vamos directo al grano. Se dice que tus amigos más cercanos tienen un talento especial para hacer desaparecer fondos públicos. ¿Cómo logran esa magia?

Cristina: (risas, ajustándose los anteojos) Mirá, querido, no es magia, es logística avanzada. Mis amigos son como Houdini, pero en lugar de esposas, escapan con valijas. Todo se guarda en un lugar seguro: el Banco de Narnia. ¿Querés la dirección? ¡Solo los leones saben llegar.

Entrevistador: Hablando de valijas, el caso de Antonini Wilson fue un escándalo. ¿Qué había realmente en esas maletas? ¿Dólares, caramelos, o algo más exótico?

Cristina: (con gesto dramático) ¡Por favor! Eran souvenirs para los pingüinos de Santa Cruz. Cada billete tenía un sticker de "Patagonia querida". Pero, viste, los yanquis no entendieron el chiste y lo tomaron a mal. ¡Gringos sin sentido del humor!

Entrevistador: Tu amigo Lázaro Báez se hizo famoso por contar billetes en una cueva. ¿Era un hobby o una nueva forma de meditación?


Cristina: (sonriendo pícaramente) Lázaro es un visionario. Contar billetes es su yoga. Decía que alinear los fajos en la cueva le daba paz interior. ¡Y de paso, ayudaba a la economía local comprando bóvedas reforzadas! Un emprendedor nato.

Entrevistador: José López y sus bolsos en el convento fueron épicos. ¿Por qué eligió un convento para guardar tanto dinero? ¿Era devoto o solo le gustaban las monjitas?

Cristina: (soltando una carcajada) José es un romántico. Quería donar todo a las monjitas para que rezaran por el país, pero se equivocó de bolso. En vez de rosarios, llevó dólares. ¡Un malentendido logístico! Ahora reza en una celda, más tranquilo.

Entrevistador: Dicen que la obra pública en Santa Cruz era como un Monopoly para tus amigos. ¿Cómo decidían quién se quedaba con los contratos?

Cristina: (con tono épico) Era un torneo de truco en la Casa Rosada. El que mejor mentía al cantar el envido, ganaba una ruta. Pero ojo, todo legal, con escribano y mate de por medio. ¡Pura meritocracia criolla!

Entrevistador: El caso de los hoteles de tu familia también dio que hablar. ¿Eran hoteles de lujo o bóvedas disfrazadas de cabañas?

Cristina: (indignada, pero con guiño) ¡Hoteles cinco estrellas! Cada habitación tenía un cofre de seguridad tamaño industrial, para que los turistas guarden sus… recuerdos. ¡El Calafate es el Dubai del sur, no jodamos!

Entrevistador: Amado Boudou y la imprenta de billetes de Ciccone. ¿Fue un emprendimiento para imprimir dinero falso o solo querían hacer souvenirs patrióticos?

Cristina: (con cara de no creerlo) Amado es un artista. Quería imprimir billetes con mi cara, como edición limitada. Pero la máquina se descontroló y salieron algunos de más. ¡Cosas que pasan en el mundo del diseño gráfico!

Entrevistador: Los cuadernos de las coimas fueron una novela. ¿Oscar Centeno era un chofer meticuloso o un escritor frustrado?

Cristina: (aplaudiendo) ¡Un poeta! Centeno escribía sus memorias, pero en lugar de flores y amores, anotaba bolsos y direcciones. ¡El Borges de los remise! Su cuaderno merece un Premio Nobel de logística.

Entrevistador: Se dice que tus amigos tenían una red de empresas fantasma. ¿Eran para evadir impuestos o para jugar al SimCity en la vida real?

Cristina: (con tono sarcástico) Era un experimento social. Queríamos ver cuántas empresas se podían crear sin que nadie se diera cuenta. ¡Ganamos el récord Guinness! Pero todo era para fomentar el empleo… de contadores creativos.

Entrevistador: El caso de la Ruta del Dinero K sigue dando vueltas. ¿Ese dinero viajaba en avión privado o en mochilas de mochileros?

Cristina: (con aire misterioso) En drones. Teníamos una flota de drones disfrazados de cóndores andinos. Volaban de noche, con GPS programado para evitar la AFIP. ¡Tecnología de punta, made in Patagonia!

Entrevistador: Muchos de tus aliados terminaron presos o complicados. ¿Te sentís como la reina de un tablero de ajedrez donde todos los peones caen?

Cristina: (con gesto de diva) Soy una estratega, no una reina. Mis peones no caen, hacen turismo judicial. Van a Comodoro Py, toman un café, y vuelven con anécdotas. ¡Es parte del folklore argentino!

Entrevistador: Última pregunta, Cristina. Si tuvieras que escribir un libro sobre esta época, ¿cómo lo titularías?

Cristina: (con una sonrisa triunfal) “Bolsos y pasiones: una epopeya en doce cuotas”. Best-seller asegurado, con dedicatoria a los que todavía buscan las valijas. ¡Que sigan buscando!


miércoles, 16 de julio de 2025

Y si le ponemos punto y final al relato

Y si le ponemos punto y final al relato?


El relato kirchnerista se desmorona como un castillo de naipes bajo el peso de la verdad. Las notas y datos publicados y conocidos durante años sobre los negocios turbios entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez, su ex jardinero convertido en magnate gracias a los gobiernos de ella y Néstor, expone una maquinaria de corrupción realmente descarada. La causa Vialidad, que la condenó a seis años de prisión domiciliaria e inhabilitación perpetua, no es un invento de enemigos políticos, ya no se mantiene que decenas de jueces, empresarios, medios de comunicación y hasta la corte se hayan puesto de acuerdo durante tantos años para joderla: es un rompecabezas de pruebas irrefutables. Licitaciones amañadas, sobreprecios grotescos, obras fantasmas adjudicadas a Báez y un daño al Estado de 684 mil millones de pesos, confirmados por jueces, fiscales y peritos tras años de investigación. Revoleo de bolsos con millones de dólares, propiedades descomunales, enriquecimiento sistemático con aumentos siderales en las declaraciones anuales… La Corte Suprema que dio el visto bueno a la sentencia. El requerimiento ahora de devolver cientos de miles de millones… ¿Dónde está el complot?

El verso del “lawfare” es una cortina de humo para tapar lo evidente? De verdad Cristina siendo abogada y con los mejores abogados del País permitiría semejante atropello? Se va a la cárcel tranquilamente y devuelve millones así no más? De verdad se puede creer? ¿En serio alguien cree que un ejército de empresarios, medios y jueces, incluyendo al máximo tribunal, podría orquestar una farsa tan perfecta sin que se filtre una sola grieta? Una situación así se resolvería con un golpe de estado. Estaría justificado si se diera tamaña injusticia y hasta todos estaríamos de acuerdo seguro.

Pero es absurdo. Cristina no necesita que ciudadanos de a pie la defendamos. Su fortuna, su titulo de abogada y los mejores abogados, así como todo el inmenso aparato del justicialismo no lo han podido hacer. Defenderla a esta altura no es lealtad, es negación patológica. La justicia, lenta pero implacable, ha hablado: Cristina es culpable porque las pruebas son abrumadoras. Dato mata relato.

Por salud democrática, Argentina debe cortar de raíz esta farsa. Los delincuentes, por más poderosos que sean, deben pagar. Seguir alimentando la victimización kirchnerista es un insulto a la inteligencia colectiva y un veneno para las instituciones. Si sus defensores realmente creyeran en un complot tan colosal, ya habrían intentado un golpe de Estado. Pero no lo hacen, porque saben que la verdad los aplasta. Basta de excusas. Es hora de que los corruptos rindan cuentas, como en cualquier país serio. La impunidad no puede seguir siendo la moneda corriente. Por la salud mental de una sociedad agotada de mentiras, y por la democracia que merece transparencia, hay que decirlo claro: Cristina y su banda son culpables. Lamento herir a personas que admiro y respeto y se me van a ofender, Pero por salud mental y democrática hay que aceptar que no podemos tapar el sol con las manos, y menos con los dedos separados. Punto final.





lunes, 14 de julio de 2025

La Argentina desigual

Que si jujeño, que sos ciudadano de segunda.


¡Che, la bronca que da ver la diferencia entre los sueldos y el pago de servicios entre Jujuy y el AMBA. Es tremenda! Parece que vivimos en dos Argentinas distintas, y los porteños y bonaerenses del conurbano tienen un pase VIP que el resto ni olemos. Y no es solo una sensación, ¡es la dura realidad en la billetera de cada uno!

Arranquemos por el transporte público, que es un calvario para los jujeños. Acá, el bondi te sale un huevo, mientras que en el AMBA, con la bendita SUBE, viajan por chirolas. Es una locura: ellos pagan una fracción de lo que pagamos nosotros para ir a trabajar o a estudiar. En San Pedro ni te cuento. Recién el Payaso se dio cuenta de que en las ciudades de todo el mundo funciona un servicio de colectivos y al parecer hasta podría darse el caso de que finalmente lo implemente. Falta que alguien le diga que los impuestos que cobra, incluyendo el increíble robo de monedas por cada litro de combustible gastado, se usa para mantener las calles mínimamente transitables, por fa, que alguien le avise. De momento el Sampedreño se conforma con compartir los apretujones en un autito. Total son un par de kilómetros solamente. Pero la conch… lo pagamos el doble que el porteño que recorre 27 kilómetros.


¿Por qué esa desigualdad? ¿Acaso nuestro tiempo y nuestro laburo valen menos? ¡Parece que sí! El subsidio al transporte es una sangría para el bolsillo de todos los argentinos, pero el goteo principal se va para la Capital y alrededores. Es como si el Estado dijera: "Priorizemos que los de Buenos Aires lleguen cómodos a la oficina, es la gran pecera donde pescar votos; el resto no pinta nada, ¡que se arregle!".

Y ni hablemos de los sueldos. Un laburante en Jujuy, en general, cobra bastante menos que uno que hace lo mismo en el AMBA. Pensemos en un empleado de comercio, un administrativo, ¡o hasta un docente! La diferencia es abismal. Entonces, si nuestros sueldos son más bajos y los servicios más caros, ¿cómo hacemos para llegar a fin de mes? La respuesta es que nuestros políticos son acomodados al poder central y a sus intereses y por eso no llegamos a fin de mes, o lo hacemos con el agua al cuello.

Esta disparidad no es casualidad, es una decisión política. El AMBA, con su densidad de población, concentra la mayor parte de los votos. Entonces, los gobiernos, sin importar el color político, le tiran plata y beneficios para asegurarse la elección. Es un cálculo frío y egoísta que ignora las necesidades del resto del país.

¿El resultado? Una Argentina desigual, donde el centro se lleva la mejor parte y las provincias nos sentimos ciudadanos de segunda, que no movemos el amperímetro en una elección. Por eso es hora de levantar la voz y exigir un trato justo. No somos ciudadanos de segunda, y merecemos los mismos derechos y oportunidades, sin importar dónde hayamos nacido o vivamos. Somos ciudadanos argentinos con igualdad de derechos. ¡Basta de centralismo porteño!


jueves, 26 de junio de 2025

Justicia y Corrupción en Argentina, España e Italia.

 Análisis Crítico Comparativo: Justicia y Corrupción en Argentina, España e Italia.


La corrupción es un flagelo global, pero su tratamiento varía significativamente según el contexto institucional y cultural de cada país.

Este análisis compara los casos de Argentina, España e Italia, destacando las dinámicas de impunidad, la respuesta judicial y la reacción social frente a la corrupción. Mientras España e Italia muestran avances hacia la rendición de cuentas, Argentina permanece atrapada en una red de impunidad estructural, agravada especialmente por el uso de fueros parlamentarios y una sociedad polarizada que a menudo justifica la corrupción.

Argentina, la impunidad blindada por fueros y complicidad social. El sistema judicial argentino es un reflejo de una impunidad institucionalizada, diseñada para proteger a la élite política. Según datos del Ministerio de Justicia, menos del 12% de las causas por corrupción llegan a juicio oral, y las condenas efectivas son excepcionales. Esta ineficacia no es accidental: los fueros parlamentarios actúan como un escudo legal que permite a senadores y diputados eludir la cárcel, incluso ante pruebas abrumadoras. Un caso emblemático es el del expresidente Menem, que a duras penas podía mantenerse de pie y era utilizado por el poder por su valioso voto como senador impune. O el de Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta condenada en 2022 por la causa Vialidad, con sentencia confirmada en junio de 2025. En 2017, el jefe de la bancada peronista, Miguel Ángel Pichetto, fue clave para evitar su desafuero, perpetuando su inmunidad. Otro ejemplo es José López, exfuncionario kirchnerista, quien, a pesar de ser sorprendido con bolsos llenos de dólares, evitó consecuencias inmediatas gracias a maniobras judiciales, o Mauricio Macri, acusado en casos como Correo Argentino, también ha sorteado la prisión mediante dilaciones procesales.

La reacción social agrava esta patología. En lugar de exigir justicia, sectores significativos de la población defienden a sus líderes corruptos, alegando "lawfare" o persecución política. Esta polarización convierte la corrupción en una cuestión de lealtad partidaria, no de ética pública, perpetuando un sistema donde la impunidad es la norma.

En España la Justicia efectiva contrasta con el silencio ciudadano. Ese Pais ofrece un contraste notable. Según el Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2025, 50 personas físicas y 2 jurídicas fueron enviadas a juicio por corrupción, con un 75% de sentencias condenatorias. Casos como Gürtel, Púnica, 3% y ERE demuestran la capacidad del sistema judicial español para sancionar a políticos y empresarios de alto perfil. Un caso paradigmático es el de Iñaki Urdangarín, exduque de Palma y cuñado del rey Felipe VI. Condenado en 2018 a cinco años y diez meses de prisión efectiva por malversación, fraude y tráfico de influencias en el caso Nóos, Urdangarín ingresó a la cárcel por delitos significativamente menores en magnitud económica que los atribuidos a figuras como CFK o Macri. Su condena, que involucró apenas 6 millones de euros, contrasta con los cientos de millones de dólares en juego en casos argentinos, donde los acusados rara vez enfrentan consecuencias reales. La ciudadanía española, lejos de protestar, aceptó la sentencia como un ejercicio de justicia, sin manifestaciones ni en contra ni en defensa de Urdangarín, lo que refleja una mayor madurez institucional. Sin embargo, En la actualidad hasta existe una investigación contra Begoña Gómez, esposa del actual Presidente Pedro Sánchez y altos cargos de su gobierno, incluído el propio Fiscal General del Estado, con posibilidad incluso de que una moción de censura pueda acabar con su Presidencia. Aun así, el sistema español demuestra una voluntad de castigar la corrupción que Argentina aún no ha logrado.

Italia presenta un modelo intermedio. La operación Mani Pulite de los años 90 marcó un hito en la lucha contra la corrupción, desmantelando redes de poder político-empresarial. Sin embargo, la corrupción sigue siendo endémica, especialmente en regiones del sur, donde esquemas de contratación pública fraudulenta persisten. En 2025, casos recientes han involucrado a alcaldes y empresarios, con una justicia más proactiva pero limitada por procesos largos y complejos. Al igual que en España, la ciudadanía italiana no organiza manifestaciones para defender a los condenados por corrupción, lo que refleja una aceptación tácita de la justicia, aunque imperfecta. Esta ausencia de protestas contrasta con Argentina, donde la defensa de líderes corruptos es una práctica habitual.

Existen causas profundas de esta patología argentina y son, entre otras, los fueros como blindaje. Los fueros parlamentarios, concebidos para proteger la función legislativa, se han convertido en un mecanismo de impunidad. Casos como el de CFK, López, Menem o Macri, entre otros, muestran cómo los políticos manipulan este privilegio para evitar la cárcel. Hay también una cultura clientelar que lo justifica todo. Los votantes priorizan la lealtad partidaria sobre la ética, justificando la corrupción con frases como "roban pero hacen". Parten de narrativas populistas de líderes como CFK y Macri que construyen relatos de persecución que anulan el pensamiento crítico, transformando la corrupción en un símbolo de lucha política.

Por otro lado, la Justicia cómplice. Las dilaciones, prescripciones y falta de independencia judicial perpetúan la impunidad. Buenas parte de la población piensa que el poder judicial es el más corrupto de los poderes en Argentina.

Soluciones? Abolir los fueros. Eliminar o limitar los fueros parlamentarios para garantizar que nadie esté por encima de la ley, o fortalecer la independencia judicial. Tambien se hace necesario profundizar en la transparencia y la rendición de cuentas, publicar contratos públicos y declaraciones juradas en tiempo real. También en la educación cívica: Promover desde la escuela el valor de la ética pública y las consecuencias de la corrupción.

Otro aspecto importante es la presión ciudadana. Inspirarse en España e Italia, donde la ausencia de manifestaciones en defensa de corruptos refleja una mayor conciencia cívica.

Conclusión: Argentina permanece atrapada en un ciclo de impunidad, protegida por fueros y justificada por narrativas populistas. La condena de Urdangarín por delitos menores en comparación con los casos argentinos demuestra que la justicia puede funcionar cuando hay voluntad institucional y social. En Argentina, la polarización y la complicidad social perpetúan la corrupción como una identidad política, robando el futuro de.l país. La corrupción debe ser castigada, sin importar el sector político. Hasta que esta premisa no sea un consenso social, Argentina seguirá rezagada en la lucha por la transparencia y la justicia


miércoles, 25 de junio de 2025

Peronismo, antiperonismo y la tragicomedia de la decadencia argentina

Peronismo, antiperonismo y la tragicomedia de la decadencia argentina
un mix con humor para no herir (tanto) susceptibilidades.


¡Argentina, tierra de tango, asado y... Perón!. Sí, Juan Domingo Perón, el general que murió en 1974 pero sigue siendo el DJ estrella de nuestra política, pinchando discos que todos bailan, quieran o no. Su sombra es tan larga que hasta los que lo critican terminan citando sus frases como si fueran versículos bíblicos. ¿Resultado? Una grieta eterna entre peronistas y antiperonistas que nos tiene atrapados en un reality show político digno de Netflix que se titularía más o menos así: “La Argentina que no avanza”.

Con un toque de humor, vamos a tratar de analizar esta telenovela que sin duda contribuye a nuestra decadencia, sin que nadie se ponga a tirar mate caliente por la cabeza.
El peronismo: ¿movimiento, religión o excusa para todo?. El peronismo nació en los ’40 como un hitazo: derechos laborales, sindicatos fuertes, Evita repartiendo amor (y máquinas de coser), y un Perón que parecía sacado de un póster de Hollywood. Fue un movimiento que le dio voz a los que no la tenían, y eso nadie lo niega. Pero, como toda banda exitosa, después del primer disco empezó a cambiar de género. De nacionalista pasó a neoliberal con Menem, a populista con los Kirchner, a “lo que pinte” con Massa. 

¿Cómo se explica esto? Fácil: el peronismo no es una ideología, es un mood. Una identidad tan elástica que cabe desde un plan de industrialización hasta un ajuste fiscal, siempre que lo hagas con una foto de Perón de fondo. El problema es que esta flexibilidad se convirtió en una religión política. Para los fieles, Perón es un santo; para los antiperonistas, un villano de Marvel. Y como en toda religión, no hay lugar para matices: o estás con el dogma o sos hereje. Esta dicotomía nos dejó una política binaria donde el diálogo es tan raro como un político que cumple promesas.

Mientras tanto, el país se cae a pedazos, pero tranquilos, ¡que alguien siempre tiene una frase de Perón para justificar el desastre! Cristina, la reina del remix peronista. Llega Cristina, la rockstar que quiso hacer un cover del peronismo con su propio estilo: el kirchnerismo. Con Néstor como productor, arrancó con hits como la estatización de YPF y el matrimonio igualitario, pero pronto se le fue la mano con la distorsión. Su segundo mandato fue puro show: discursos épicos, enemigos en cada esquina (el campo, la prensa, los “fondos buitre”), y un culto a su figura que parecía más una secta que un partido. Su intento de crear “La Cámpora” como la nueva boy band del peronismo, con Máximo Kirchner como líder, fue como poner a un sobrino sin carisma a encabezar Soda Stereo, no funcionó. En 2025, solo el 3% de los peronistas lo veía como candidato potable. ¡Ouch! Cristina quiso ser la Evita 2.0, pero el peronismo clásico la miró con cara de “¿y esta quién se cree?”. Su kirchnerismo terminó siendo una facción más dentro del movimiento, no la revolución que prometía. Peor aún, su estrategia de gobernar con la grieta como combustible agotó a todos. Es como si Argentina fuera un auto que solo anda chocando contra el paredón de enfrente. Y mientras tanto, la economía hacía puff como un globo pinchado.

El antiperonismo: el equipo que juega de contraataque del otro lado de la cancha es el antiperonismo, que no es solo una postura política, sino una forma de vida. Desde los ’50, sectores de clase media y alta miraron al peronismo como si fuera una invasión zombi: “¡Nos vienen a quitar la patria!”. Con el tiempo, este rechazo se volvió una identidad tan fuerte como el peronismo mismo. ¿Sus banderas? Liberalismo económico, odio al intervencionismo estatal y una obsesión con asociar al peronismo con la corrupción. Entrá a un café de Recoleta y decí “soy peronista” a ver cuánto tardan en pedirte que pagues la cuenta y te vayas.

En 2023, Javier Milei llegó como el capitán de este equipo, agitando la motosierra contra el “kirchnerismo” como si fuera el demonio. Pero, ironía del destino, su antiperonismo terminó copiando los peores trucos del peronismo: personalismo, promesas mágicas (¡dolarización ya!) y una base de fans que lo defiende como si fuera el Mesías. Es como si los antiperonistas, en su cruzada por destruir al monstruo, se convirtieran en su reflejo.

La grieta: el reality show que nos arruinó. Esta batalla peronismo vs. antiperonismo es el guión de nuestra decadencia. Cada bando gobierna para su hinchada, deshace lo que hizo el otro y promete refundar el país como si fuera una remake de Matrix. ¿El resultado? Instituciones débiles, economía pendular (un día subsidios para todos, al otro ajuste salvaje), y una sociedad que vive la política como un Boca-River eterno, pero sin árbitro y con memes venenosos.

La grieta nos enseñó a odiar al que piensa distinto, a premiar la lealtad por encima de la honestidad y a buscar atajos en lugar de soluciones. Mientras los líderes discuten quién es el verdadero heredero de Perón o cómo erradicarlo, la inflación galopa, la pobreza crece, y la educación parece un edificio abandonado. Pero no te preocupes, que siempre hay un militante con una remera de Evita o una de Milei para decirte que “esta vez sí la pegamos”.

¿Y ahora, cómo salimos de esta?La Argentina está atrapada en un loop tragicómico, como dice el historiador Tulio Halperín Donghi, en “la larga agonía de la Argentina peronista”. Para salir, no hace falta quemar fotos de Perón ni declarar la guerra al antiperonismo. Basta con algo tan simple (y tan difícil) como dejar de tratar la política como una religión. Necesitamos instituciones que duren más que un mandato, políticas de Estado que no se desarmen cada cuatro años, y líderes que prioricen gestionar sobre tuitear.

En el fondo, peronistas y antiperonistas son dos caras de la misma moneda: una con Evita, la otra con una motosierra, pero ambas obsesionadas con ganar la discusión en lugar de arreglar el país. Así que, queridos compatriotas, dejemos de pelear por el altar de Perón y empecemos a construir un país donde la frase más citada no sea “lo dijo Perón”, sino “¡funcionó!”. Porque si no, vamos a seguir siendo los protagonistas de esta comedia... y sin final feliz.

lunes, 23 de junio de 2025

El Peligro del Alineamiento Irrestricto de Argentina en el Conflicto de Medio Oriente

Análisis sobre el apoyo irrestricto del Presidente Milei a Israel en su conflicto con Irán:

Un Salto al Vacío Innecesario: El Peligro del Alineamiento Irrestricto de Argentina en el Conflicto de Medio Oriente

La política exterior de un país debe ser una herramienta de prudencia y defensa de los intereses nacionales. Sin embargo, las recientes declaraciones y acciones del Presidente Javier Milei, manifestando un apoyo irrestricto y público a Israel en su confrontación con Irán, representan un preocupante y, a nuestro entender, innecesario salto al vacío. Este alineamiento tan marcado no solo contrasta con la tradición de no injerencia de Argentina en conflictos ajenos, sino que ignora peligrosas lecciones del pasado que aún resuenan en nuestra propia historia.

Argentina, lamentablemente, conoce de primera mano las consecuencias de ser arrastrada a conflictos internacionales que le son ajenos. Los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y a la AMIA en 1994 son cicatrices profundas que marcan nuestra memoria colectiva. Ambos hechos, aún impunes en gran medida, están directamente vinculados a las tensiones en Medio Oriente y la presunta participación de Irán. Ante estos antecedentes gravísimos, cualquier gobierno argentino debería extremar la cautela y evitar cualquier gesto que pueda volver a colocar a nuestro país en la mira de actores internacionales que dirimen sus disputas con violencia indiscriminada.

El apoyo incondicional del Presidente Milei a Israel, presentado además de manera tan abierta y frontalmente contraria a Irán, es un riesgo mayúsculo. No es un secreto que Argentina alberga posiblemente la mayor comunidad judía de Latinoamérica, una comunidad que ha sido víctima directa de la violencia extremista en nuestro propio suelo. Si bien es legítimo que el Presidente exprese afinidad con una nación o sus políticas, hacerlo de forma tan categórica en un conflicto tan volátil como el de Medio Oriente, y de una manera que parece desafiar directamente a uno de los contendientes, genera una exposición injustificada a nuestra población, y particularmente a aquella que por su origen puede ser percibida como un objetivo.

La diplomacia, en estos casos, exige equilibrio, multilateralismo y una búsqueda constante de la paz y la desescalada. Un país como Argentina, con su historia y su ubicación geográfica, debería erigirse como un actor que promueve el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos, no como un beligerante vicario de potencias extranjeras. La confrontación directa, el posicionamiento binario en disputas ajenas, solo sirve para aumentar la tensión y para que nuestro país se convierta en un peón en un tablero que no le pertenece.

Este "salto al vacío" no trae beneficios tangibles para Argentina. No resuelve nuestros problemas económicos ni mejora la calidad de vida de nuestra gente. En cambio, nos expone a riesgos que ya hemos pagado con sangre en el pasado. La política exterior de un gobierno debe ser pensada con la cabeza fría, priorizando la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos por encima de cualquier afinidad ideológica o personal. En este caso, la imprudencia parece primar sobre la sensatez, y el costo potencial de este alineamiento irrestricto es, para una nación con nuestros antecedentes, simplemente demasiado alto para ser asumido. La gente común, aquella que sufre las consecuencias de estas decisiones, merece una política exterior que nos resguarde, no que nos ponga tan expuesta y gratuitamente al peligro.


domingo, 22 de junio de 2025

"Enseñamos a nadar fuera del agua"

 


El video ese donde los chicos simulan movimientos de natación sincronizada en el piso de un gimnasio escolar, con "olas" hechas de telas azules es la metáfora perfecta de una Argentina que aplaude el ingenio para tapar el fracaso, en vez de exigir soluciones de fondo. Es cierto: miles lo celebran como un "triunfo de la creatividad ante la adversidad". Pero lo que se impone es verlo con ojos críticos, porque detrás de esa coreografía divertida se esconde la tragedia educativa y moral de un país en decadencia.

1. La Simulación como Política de Estado (y de Pueblo)

"Enseñamos a nadar fuera del agua": La frase es demoledora y cierta. Este video es literalmente eso: un acting de natación... sin agua. ¿Qué aprenden esos chicos sobre resistencia hidrodinámica, flotabilidad, técnica respiratoria real? Nada. Aprenden a fingir una competencia.

 El paralelismo es brutal: Chicos que "aprueban" matemáticas sin resolver ecuaciones reales, que "leen" sin comprender un texto complejo, que "aprenden" historia memorizando fechas sin análisis crítico. Es educar en la apariencia, no en la competencia. Las pruebas PISA son el certificado de defunción de este modelo: Argentina está entre los últimos de Latinoamérica. ¿Resultado? Generaciones de "egresados" incapaces de competir en un mundo real.

La Cultura del "Como Si": Todo en Argentina parece un enorme teatro. "Como si" tuviéramos justicia independiente. "Como si" los políticos sirvieran al pueblo. "Como si" la inflación se controlara. Y en la escuela: "como si" aprendieran, "como si" tuvieran infraestructura, "como si" aprobar significara saber. Este video es un premio al mejor actor en la categoría "Educación en Emergencia Permanente".

2. El "Ingenio del Pobre": El Opio que Adormece la Indignación

Celebrar el parche es aceptar el agujero: Sí, el profesor o alumno que ideó esto es ingenioso. Pero aplaudir su "solución" es como felicitar a un médico por operar con un cuchillo de cocina porque el hospital no tiene bisturíes. La pregunta correcta es: ¿POR QUÉ NO HAY UNA PILETA? ¿O transporte para ir a una? ¿O presupuesto para clases en un club?

¿Dónde está el Estado? Los fondos para educación existen (en el papel). Pero se pierden en:

 *Sobreprecios (escuelas que cuestan 10 veces lo razonable).

*Corrupción política y sindical (dirigentes que viven como reyes mientras las aulas se caen).

*Clientelismo (planes que no enseñan oficios reales, solo compran votos).

*Burocracia kafkiana (trámites eternos para comprar un mapa).

El "ingenio" del docente precarizado es el parche que tapa la herida abierta por la rapiña de los de arriba.

3. La Conformidad Tóxica: "Al Atado con Alambre lo Hacemos Fiesta Nacional"

"Es lo que hay, ¿qué le vamos a hacer?” Este resignado mantra argentino es el cómplice perfecto de la decadencia. Normalizamos lo inaceptable:

*Escuelas sin calefacción en invierno.

 *Laboratorios sin tubos de ensayo.

*Computadoras que no encienden.

*Y ahora: natación... sin agua.

En vez de una rebelión colectiva, hacemos un video viral y nos damos palmaditas. La dignidad educativa se cambia por likes.

El Doble Discurso de la Elite: Los políticos que recortan presupuesto educativo mandan a sus hijos a colegios privados con piletas olímpicas. Los sindicalistas que no exigen infraestructura vacacionan en el Caribe. Los empresarios que evaden impuestos (que pagarían escuelas) tienen spas en sus mansiones. Ellos nadan en agua real. A los hijos del pueblo, les dan un trapo azul y les dicen: "Imaginen que es el mar". Y encima, ¡les aplaudimos!

4. Las Consecuencias Letales: Un País construido sobre mentiras.

Analfabetos Funcionales con Diploma: El chico que "aprobó" natación en seco será el adulto que:

 *Firma un contrato sin entenderlo (y lo estafan).

 *No calcula un interés compuesto (y se endeuda de por vida).

*Repite eslóganes políticos sin analizarlos (y vota a sus verdugos).

 *No tiene herramientas para innovar o emprender (y el país no crece).

Ciudadanos Adoctrinados para la Resignación: Si desde chico te enseñan que "fingir está bien", que "conformarse es virtud", que "exigir es de oligarca"... ¿Cómo vas a exigirle cuentas a un político? ¿Cómo vas a demandar un hospital que funcione? ¿Cómo vas a rebelarte contra la inflación que te devora el sueldo? Aprendiste a sobrevivir con migajas, no a luchar por tu derecho al pan entero.

La Máquina de la Pobreza Perpetua: Un pueblo con educación de mentirillas es un pueblo fácil de engañar, explotar y mantener en la dependencia. Los políticos corruptos, los sindicaleros mafiosos y la elite desentendida DEPENDEN de esta educación pauperizada. Es su garantía de poder. Un pueblo crítico, exigente y bien formado les quema el circo.

Conclusión: ¡Basta de Aplaudir el Naufragio!

Ese video no es "lindo" o "ingenioso". Es un monumento a la derrota nacional. Muestra:

1. El fracaso del Estado (que no provee lo básico).

2. La complicidad de una sociedad (que aplaude el parche en vez de linchar al responsable del agujero).

3. La hipocresía de una dirigencia (que vive en la opulencia mientras los pibes juegan a nadar en el piso).

4. La condena al subdesarrollo (un país que educa con simulacros jamás competirá en serio).

No es "creatividad". Es la cara amable de la miseria planificada.

La verdadera rebeldía no es bailar con un trapo azul. La verdadera rebeldía es EXIGIR:

* ¡Escuelas con PILETAS REALES (o acceso garantizado a ellas)!

* ¡Aulas con CALEFACCIÓN, LIBROS y PROFESORES BIEN PAGOS!

* ¡Exámenes que APROBEN solo quienes SABEN!

* ¡Cuentas CLARAS de CADA PESO destinado a educación!

* ¡Castigo REAL a los que ROBAN el futuro de los pibes!

Dejemos de romantizar la carencia. Lo que ese video merece no es un ¡qué ingeniosos!, sino un ¡BASTA! ¿DÓNDE ESTÁ LA PLATA DE LAS ESCUELAS? ¿QUIÉN SE ROBÓ LA PILETA? ¿POR QUÉ LES DAMOS EL TRAPO AZUL EN VEZ DE ECHAR A LOS LADRONES?".

La Argentina que fue grande no se construyó con trapos y simulacros. Se construyó con educación SERIA, infraestructura REAL y una sociedad que EXIGÍA excelencia, no que aplaudía la mediocridad disfrazada de ingenio. Recuperar eso no es nostalgia: es la única salida. O dejamos de nadar en tierra firme, o nos hundimos todos en el charco de la decadencia. La pelota (o el trapo azul) está en nuestro tejado. ¿Seguimos aplaudiendo... o empezamos a reclamar?


domingo, 1 de junio de 2025

Análisis: La Justicia Argentina y la Impunidad de la Clase Política (Para Gente Común y Harta)

 Análisis: La Justicia Argentina y la Impunidad de la Clase Política (Para Gente Común y Harta)



. Ver cómo políticos involucrados en escándalos graves parecen moverse en un mundo aparte, mientras la gente común sufre condenas rápidas por delitos menores, es profundamente injusto y desmoralizante. Como experto en política argentina, te explico las razones detrás de esta realidad:

1. La "Máquina de Impedir": Un Sistema Diseñado para el Retraso y la Impunidad

* Abogados Caros y Estrategias Dilatorias: Los políticos poderosos contratan estudios jurídicos de élite especializados en una cosa: demorar los procesos. Presentan miles de recursos técnicos (cuestiones de competencia, recusaciones de jueces, amparos, nulidades), apelan cada decisión y agotan todas las instancias posibles. Esto puede alargar un juicio 10, 15 o 20 años.

* Prescripción: Esta es la herramienta clave. En Argentina, muchos delitos (especialmente los económicos y de corrupción) tienen plazos para ser juzgados. Si el proceso judicial (gracias a las dilaciones) supera ese plazo, el acusado queda libre, sin importar la evidencia. Es literalmente "ganar tiempo para que caduque el delito".

* Influencia y Presiones: Aunque sea sutil, el poder político y económico de los acusados genera un ambiente de presión sobre fiscales y jueces. Temor a represalias, carrera judicial futura, o simplemente el desgaste de enfrentarse a un aparato poderoso, pueden influir en el ritmo o el rigor del proceso.

2. Doble Varilla: Por Qué Vos Sí y Ellos No.

* Acceso a la Justicia: La persona común suele tener un defensor oficial (sobrecargado de casos) o un abogado particular con recursos limitados. No puede pagar estrategias dilatorias complejas. Su caso avanza rápido, muchas veces con acusaciones menos graves o pruebas más directas (ej: un robo con cámaras de seguridad).

* Tipo de Delito: Los delitos comunes (robo, hurto, lesiones leves, tenencia de droga para consumo) suelen ser más fáciles de investigar y probar (testigos directos, objetos sustraídos, flagrancia). Los delitos de corrupción (coimas, sobreprecios, enriquecimiento ilícito, defraudación al Estado) son complejos: implican estructuras, papelerío, testigos que temen hablar, dinero oculto. Esto ya da más margen para la dilación.

* Medios y Visibilidad: Un político acusado tiene altavoces mediáticos, equipos de comunicación y aliados que lo defienden públicamente, cuestionan a la justicia y generan narrativas de "persecución política". Esto crea un escudo de opinión pública. La persona común no tiene esa capacidad.

* Beneficios Procesales: Los políticos suelen tener fueros (privilegios que los hacen ser juzgados por tribunales especiales, más lentos) y acceso a libertad bajo fianza o prisión domiciliaria con mucha más facilidad que una persona común acusada de un delito callejero.

3. El Costo de la Impunidad: Lo Que Perdemos Todos.

* Descrédito Total de la Justicia: La gente pierde toda fe en que la ley sea igual para todos. Esto es corrosivo para la democracia.

* Cultura de la Transa: Manda el mensaje de que si tenés poder o contactos, podés violar la ley sin consecuencias reales. Alimenta más corrupción.

* Bronca e Impotencia: Genera una profunda frustración y enojo social, como el que vos sentís. La gente ve que el esfuerzo de cumplir las reglas no vale la pena cuando los poderosos las burlan.

* Pérdida de Recursos Públicos: La plata robada mediante corrupción es plata que no va a hospitales, escuelas, rutas o planes sociales. La impunidad nos empobrece literalmente a todos.

4. ¿Hay Esperanza? Algunos Avances (Lentos) y Qué Podemos Hacer

* Algunas Condenas Importantes: Casos como el de Cristina Fernández (aunque no está presa), Boudou, De Vido, Jaime, López, etc., muestran que, aunque sea con demoras enormes, algunas condenas llegan. Son la excepción, no la regla, pero marcan un precedente.

* Reformas Parciales: Se han intentado leyes para agilizar juicios por corrupción o limitar la prescripción, pero su aplicación es desigual y los equipos legales de los poderosos encuentran nuevos resquicios.

* El Papel Clave de Fiscales y Jueces Valientes: A pesar de las presiones, hay operadores judiciales que luchan contra la impunidad. Su trabajo es vital, pero necesitan más apoyo y protección.

* Corte Suprema: Su composición e independencia son cruciales. Una Corte débil o politizada es un obstáculo más.

¿Qué Podemos Hacer la Gente Común y Hartada?

1. Informarnos y Difundir: Seguir casos de corrupción, entender las maniobras dilatorias, y hablar de esto. La presión social y mediática sí importa.

2. Exigir a Nuestros Representantes: Pedir a diputados y senadores que promuevan y aprueben leyes que:

* Limiten drásticamente las dilaciones (plazos máximos para recursos).

* Eliminen o reduzcan la prescripción para delitos de corrupción grave.

* Refuercen la independencia judicial y protejan a fiscales y jueces.

* Simplifiquen los juicios por corrupción.

* Implementen efectivamente el Juicio por Jurados para ciertos delitos de corrupción (que la gente juzgue).

3. Votar con Conciencia: Apoyar a candidatos con historial limpio y propuestas serias de reforma judicial y lucha contra la corrupción. Castigar en las urnas a los partidos que protegen a los corruptos.

4. Apoyar el Periodismo de Investigación: Son quienes suelen destapar los casos. Leer, compartir, suscribirse.

5. Participar y Organizarse: Sumarse a organizaciones de la sociedad civil que monitorean el poder y exigen transparencia.

En Resumen:

Sí, la percepción es correcta. Existe una profunda asimetría en cómo la justicia argentina trata a la clase política corrupta frente a la gente común. Esto se debe a un cóctel tóxico de privilegios legales (fueros, prescripción), recursos económicos ilimitados para dilatar, influencia política y un sistema judicial lento y vulnerable a presiones.

La impunidad no es un accidente; es el resultado de un sistema que funciona así. Pero no es inmutable. La bronca que sentís es compartida por millones. Convertir esa bronca en exigencia constante, voto consciente y apoyo a la justicia independiente es el camino, lento pero imprescindible, para construir una Argentina donde la ley realmente sea igual para todos. La lucha contra la impunidad es la lucha por un país más justo y decente para todos.

jueves, 24 de abril de 2025

  

SAN PEDRO DE DAUTE,         GARACHICO, TENERIFE



San Pedro de Daute es un barrio perteneciente al municipio de Garachico, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife   (Canarias, España). Está situado en la zona norte de la isla canaria de Tenerife en un promontorio en la parte occidente de la bahía de Garachico.[]​ El término Daute es de procedencia guanche. El nombre de la aldea es un combinación de un nombre guanche y otro castellano, formando un topónimo mixto en el que cada nombre actúa indistintamente o de núcleo o de complemento del topónimo.[
La isla canaria de Tenerife estuvo dividida en menceyatos hasta su conquista por los Reyes Católicos. El menceyato de Daute pactó su rendición ante Castilla en 1496, mismo año en que se señala la total rendición de la Isla de Tenerife.[]​ A partir de 1497, los primeros pobladores de Castilla, designados por D. Alonso Fernández de Lugo, se repartieron para tomar los nuevos territorios del oeste de Tenerife, y así nació el primer poblado de la comarca, el de San Pedro de Daute.[
La zona de San Pedro de Daute era un punto geográficamente clave al estar alejado de la Costa de Daute, lo que permitía a los conquistadores huir de piratas provenientes de Francia y Gran Bretaña. El camino que cruzaba la aldea conectaba el resto de la comarca con el Puerto de Garachico, punto de comunicación de la comarca con Europa.[​ Los acantilados de Daute eran una zona propensa para el cultivo de tierras.[​ Entre los años 1501 y 1516, con dinero de la banca de Sevilla y la de Génova, comenzó la producción en los campos de Daute, sobre todo de la caña de azúcar. Tras la erupción del volcán del Teide en 1706, la zona de San Pedro del Daute fue de las pocas que escapó de la lava al hallarse en lo alto de la montaña.
Parroquia de San Pedro de Daute

 

Isla de Tenerife - Islas Canarias

 

La parroquia de San Pedro de Daute fue el primer templo de Garachico, muy poco visitado por hallarse fuera de la carretera general del Norte. La estructura existía desde el año 1509. En 1514 se creó la parroquia, que se estableció como Cabeza del Beneficio Eclesiástico de Daute. La Iglesia estaba construida y con Beneficio nombrado por el Obispo del Archipiélago antes de la Iglesia de Santa Ana, iglesia principal del municipio, que se construyó en 1520.[​ La parroquia forma parte de la Diócesis de S. Cristóbal de la Laguna, dirigida por el Obispo Mons Bernardo Álvarez Alonso.[
Arquitectura de la Iglesia
El interior de la parroquia es similar a la estructura de una nave. A los pies, al lado del Evangelio, se halla la Capilla del Bapusterio. La Capilla Mayor está rellena por cuatro pinturas con imágenes de la vida de San Pedro, todas de aproximadamente cincuenta centímetros de largo por treinta de alto. Las composiciones son por regla general, sencillas. La decoración incluye también figuras de pocos centímetros de la Inmaculada Concepción, de San Pedro Apóstol, y de San Blas, entre otras.[]
Pinturas
Visión de San Pedro
Es el lienzo más concluido y de mayor dimensión, con unos veinte centímetros de alto. La figura de San Pedro aparece en el centro del lienzo, arrodillada y mirando hacia el cielo, donde se observan resplandores dorados. Alrededor del Santo, animales extraños, que interpretan los Hechos de los Apóstoles, en la Santa Biblia.[]
La Pesca Milagrosa
Este lienzo contrasta con el óleo anterior por su composición, cargada de un número mayor de personas. Una barca con los apóstoles inclinados con redes se encuentra en el centro del diseño. A la derecha, observando la escena, Cristo y San Pedro de pie. A la izquierda, sentado en la popa, el timonel.[
San Pedro Andando sobre las olas
Este lienzo se halla junto a la mesa del altar del lado de la Epístola, de tamaño similar a la Visión de San Pedro. En el centro, San Pedro y Cristo mirando hacia Jesús, que se arrodilla ante ellos en representación de su fe. Al fondo, se observa una marina de mar y una barca. Los colores de esta pintura se superponen ofreciendo varias tonalidades y las figuras tienen una marcada expresión religiosa.[
Martirio de San Pedro
Lienzo más pequeño de los cuatro. En él se observa a San Pedro boca abajo, desnudo, y sujeto a la Cruz.
Demografía

En 2020, San Pedro de Daute contaba con 103 habitantes. La población de entre 70 y 79 años representa el 18,44% del total, con 19 habitantes, constituyendo el mayor núcleo poblacional.[

Evolución demográfica[]
Año20162017201820192020
Población total106102108110103
Mujeres5151515552
Hombres5551575551

Que es la Inteligencia artificial?

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