miércoles, 23 de abril de 2025


 Los pronósticos casi nunca han servido de mucho cuando se reúnen los cardenales de todo el mundo para elegir un nuevo líder de la iglesia católica. El dicho de que los favoritos entran al cónclave como papas y salen como cardenales se ha ido confirmando elección tras elección. Y esta vez, para designar al sucesor de Francisco I, no será diferente. Se supone que, para priorizar el criterio de universalidad de la Iglesia, el nuevo Papa no será ni argentino ni sudamericano. Pero no hay ninguna certeza que avale esta opción.

Una vez aislados del mundo, sin móvil ni internet y sin poder ver periódicos ni revistas, los 135 representantes del Colegio Cardenalicio con derecho a voto -al final solo serán 133 tras dos bajas anunciadas por motivos de salud- tendrán en cuenta algunos criterios que pueden quedar al margen de los análisis geopolíticos que sopesan los periodistas, como el modelo de gestión interno del Vaticano llevado a cabo por Francisco, demasiado innovador y personalista para ciertos sectores más críticos. Además, este cónclave reunirá a muchos purpurados que apenas se conocen entre sí y que proceden de las llamadas periferia, como lo es la Argentina del padre Bergoglio, quien intentó rebajar el peso de Europa en el Vaticano.

Los cardenales electores

En la actualidad hay 252 purpurados, de los cuales sólo pueden votar 135. Han descartado ya su asistencia al cónclave dos representantes de la iglesia.

 Elegidos por Francisco  Elegidos por Benedicto XVI  Elegidos por Juan Pablo II

El camarlengo Kevin Farrell dirigirá la sede vacante ejerciendo el papel que asumía el actor Ralph Fiennes como cardenal Lawrence en la reciente película ‘Cónclave’ hasta que el cardenal Dominique Mamberti proclame ‘habemus Papam’ en el balcón de la basílica de San Pedro una vez se haya logrado una mayoría de dos tercios en el cónclave que empezará el 5 de mayo.

El desconocimiento de algunos purpurados es tal que en diciembre pasado el Colegio Cardenalicio publicó, por primera vez, una lista con 21 perfiles de los 135 electores y destacaba a doce ‘papabili’, los que se considera que tienen más opciones. Estos son los italianos Matteo Zuppi, Pietro Parolin y Pierbatista Pizzaballa, los europeos Peter Erdo, Willem Eijk, Anders Arborelius y Jean-Marc Aveline, los africanos Robert Sarah y Fridolin Ambongo Besungu, y los asiáticos Malcom Ranjith, Charles Bo y Luis Tagle.

Pero eso significa que los 12 señalados igual acaban perdiendo su condición de favoritos. Y hay otros candidatos. Las Congregaciones Generales, los debates previos al cónclave en el que pueden participar los 252 cardenales, los electores y no electores, suelen ser decisivos. El colegio cardenalicio más internacional -Francisco llegó a nombrar purpurados de Ruanda, Cabo Verde, Tonga y otras naciones que nunca antes habían tenido a esos representantes- deberá decir entre si se continua con la línea reformista iniciada por Francisco o el Vaticano, que cuenta con alrededor de 1.500 millones de fieles, cambia de rumbo en un contexto de movimientos reacciones. El mundo espera.

Los elegidos de cada Papa

Los candidatos italianos

Pietro Parolin. 70 años. No hay un Papa italiano desde 1978 y si alguien tiene opciones es quien ha sido responsable de la diplomacia vaticana desde el inicio del papado de Francisco, en 2013. Parolin fue el arquitecto del acercamiento entre el Vaticano y China y Vietnam. El secretario de Estado, por su cargo, siempre es uno de los favoritos en los cónclaves, como en su momento lo fueron Angelo Sodano o Tarcisio Bertone, pero no acostumbra a ser elegido. Sería un claro candidato de continuidad, un pragmático defensor del diálogo y la paz. Ha criticado los matrimonios de personas del mismo género.

Pierbatista Pizzaballa. 60 años. Es el actual patriarca latino de Jerusalén, involucrado activamente en la paz en Oriente Medio, y el representante de los católicos en Tierra Santa, donde son minoría. El año pasado logró entrar en Gaza para visitar a las víctimas de la guerra. Tras la ofensiva terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023 se había ofrecido como rehén a cambio de liberar a los niños secuestrados. Candidato continuista.

Matteo Zuppi. 69 años. Uno de los más estrechos colaboradores de Francisco. El arzobispo de Bolonia y sacerdote vinculado a la Comunidad de San Egidio, el grupo católico que promueve la paz y justicia globales, compartía su visión progresista y de dar prioridad a los pobres y marginados del mundo. Fue designado enviado especial del Papa para la paz en Ucrania en 2023 y llegó a entrevistarse con el patriarca Cirilo, líder de la iglesia ortodoxa rusa y aliado de Vladimir Putin. Hijo de un director de L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano, en Bolonia lo conocen como el padre Mateo, que suele desplazarse en por la ciudad en bicicleta. Presidente de la conferencia episcopal italiana desde 2022, ha sido criticado por su lentitud en la investigación y gestión de las denuncias por abusos sexuales.

Los favoritos del resto de Europa

Jean-Marc Aveline. Francia. 66 años. El arzobispo de Marsella, de origen argelino y descendiente de inmigrantes españoles, es popular en Francia y algunos medios lo llaman Juan XXIV por su visión reformista de la iglesia. De buen trato y proclive a contar chistes, Aveline coincide con Francisco en sus ideas sobre la inmigración y el diálogo con el mundo musulmán y fue el anfitrión del Papa difunto cuando organizó la conferencia sobre asuntos mediterráneos en 2023. De ser elegido, sería el Pontífice más joven desde Juan Pablo II.

José Tolentino Calaça. Portugal. 59 años. Su joven edad podría ser contraproducente. Tolerante con los homosexuales y comprensivo con la ordenación de mujeres, representa una de las opciones más progresistas del próximo cónclave.

Péter Erdó. Hungría. 72 años. El gran candidato conservador europeo. Partidario de la doctrina católica tradicional. Su apoyo a las políticas migratorias del primer ministro húngaro fue interpretado como un desafío a Francisco, aunque siempre intentó evitar una confrontación pública. Se valora su talante pragmático y la capacidad de llegar a acuerdos. Ya sonaba como papable en 2013, en el cónclave que eligió a Francisco.

Mario Grech. Malta. 68 años. Sería visto como un candidato de compromiso entre conservadores y progresistas por su capacidad para buscar consensos. Ha defendido la ordenación de mujeres diácono y ha criticado a los gobiernos que han impuesto restricciones a las ONG que ayudan a los inmigrantes en el Mediterráneo, pero en general está considerado un tradicionalista. En 2014, su apoyo para que los católicos homosexuales fueran bendecidos por la iglesia le granjeó la simpatía del Papa.

Willem Eijk. Países Bajos. 71 años. Arzobispo de Utrecht, está considerado como ortodoxo y fervientemente antiabortista, contrario a la ordenación de mujeres y defensor del celibato. Médico de profesión, solo se muestra ambiguo sobre una iglesia sinodial, uno de las principales apuestas de Francisco.

Anders Arborelius. Suecia, 75 años. Otro candidato conservador, representante de la Europa nórdica con pequeñas comunidades católicas. Sin embargo, rechaza las etiquetas de tradicional y de católico liberal y ha defendido a los inmigrantes. Francisco afirmó de él que era un hombre sin miedo, capaz de hablar con cualquiera y de no estar en contra de nadie.

El origen de los cardenales

 

Las opciones de Estados Unidos

Raymond Burke. Se le llama el candidato de Donald Trump por sus posiciones ultraconservadoras y críticas con la labor de Francisco. Contrario a flexibilizar cualquier postura en la iglesia respecto a la comunidad LGTBI, el divorcio o el papel de la mujer. El Papa lo desalojó del Vaticano y le retiró su salario en 2023 por cuestionar el liderazgo eclesiástico.

Robert McElroy. Nombrado arzobispo de Washington días antes de la toma de posesión de Donald Trump, cuyas políticas contrarias a la inmigración han sido criticadas duramente por Francisco, incluso el día antes de su muerte. Progresista y aliado declarado de Francisco en temas sociales y de medioambiente y partidario del reconocimiento de los católicos homosexuales.

Joseph Tobin. El arzobispo de Newark (Nueva Jersey) sería el candidato estadounidense del compromiso. Su reputación creció con la gestión y la transparencia del escándalo de los abusos sexuales del cardenal Theodore McCarrick, fallecido recientemente. Conocido por su actitud tolerante con la homosexualidad.

Los tres países con más cardenales

Los candidatos de las periferias

Luis Antonio Tagle. Filipinas. 67 años. Francisco lo puso al mando de las misiones pontificias, el Dicasterio de la Evangelización. Conocido como ‘Chito’, representa al continente, Asia, donde más crece el catolicismo y al país del mismo con mayor número de católicos. Era uno de los delfines de Francisco pero sus posibilidades mermaron cuando en 2022 fue acusado de bullying y humillación de empleados y el Papa nombró a un comisario para dirigir el dicasterio pese a que Tagle siguió siendo formalmente el responsable. Partidario de relajar la posición de la iglesia católica sobre los homosexuales y divorciados. Firme opositor del aborto.

Charles Bo. Birmania. 76 años. Actual arzobispo de Yangon, es otro de los candidatos asiáticos con posibilidades de ser el primer papa asiático de la modernidad. Aunque está considerado un ortodoxo, ha sido uno de los cardenales en los que Francisco delegó más funciones dentro del Vaticano.

Malcom Ranjith. Sri Lanka, 77 años. Arzobispo de Colombo, de convicciones conservadoras y nombrado cardenal por Benedicto XVI, tenía buena relación con Francisco por su preocupación por los más pobres y sus denuncias de corrupción y de abusos políticos. Ranjith empezó a predicar como sacerdote entre comunidades de pescadores de su país, y ha ejercido de mediador con comunidades musulmanas de Asia.

Fridolin Ambongo Besungu. República Democrática del Congo. 65 años. El arbozispo de Kinshasa es una de las opciones más firmes para convertirse en el cuarto papa africano de la historia, el primero desde hace más de quince siglos. Se ha mostrado siempre como un adalid de la justicia social y de dar voz a los pobres y los necesitados. En su país ha llegado a ser acusado de comportamiento sedicioso por sus críticas al gobierno. En cambio, se ha mostrado muy tradicionalista en temas de fe y eclesiásticos.

Peter Turkson. Ghana. 76 años. Su edad es uno de los principales inconvenientes para ser el elegido, a no ser que los cardenales prefieran un líder de transición con un pontificado no muy extenso. Ha sido crítico con ciertas leyes represivas de los homosexuales en algunos países africanos, aunque siempre ha defendido los postulados eclesiales. Ha denunciado la corrupción y abandera los derechos humanos, los derechos ambientales y la justicia económica. Fue nombrado cardenal por Juan Pablo II y fue asesor de Benedicto XVI.

Robert Sarah. Guinea. 79 años. La edad puede ser un hándicap, pero sería el gran candidato conservador africano. Ha denunciado la ideología de género como lo hacen los partidos de ultraderecha en todo el mundo, ha criticado muchos aspectos del islamismo y ha sido considerado uno de los principales opositores a Francisco.

La creación de los cardenales

El hábito coral

El birrete

Consistorio

cardenalicio

Es la vestimenta que usa el cardenal para participar

en celebraciones litúrgicas. Se compone de una sotana de color rojo, una banda de seda del mismo color con flecos, un roquete de lino, una muceta de color rojo,

una cruz pectoral sostenida sobre la muceta por

un cordón de color rojo entretejido con hilo dorado. También, del solideo y del birrete, del mismo color rojo.

Los nuevos cardenales son nombrados por el Papa durante los consistorios cardenalicios. Durante el ritual de nombramiento, el pontífice otorga

a cada cardenal su título

y sus símbolos.

Cada nuevo Cardenal se aproxima al Santo Padre

y se arrodilla ante él para

recibir el birrete cardenalicio,

el anillo cardenalicio

y la asignación de un

Título o Bula.

Es un gorro cuadrado con tres o cuatro picos. Se lleva en ceremonias solemnes, como los consistorios o celebraciones litúrgicas importantes. Simboliza la dignidad y la autoridad eclesiásticas.

El color rojo simboliza

la disposición

del cardenal a dar

su vida por la fe católica, incluso

hasta el martirio.

El solideo o ‘Zucchetto’

Es un pequeño sombrero redondo de seda que se lleva bajo el birrete.

Birrete

Solideo

Homilía y fórmula de creación de cardenales

Muceta

La muceta

Es una prenda corta, que llega hasta los codos y con botones en la parte delantera.

El anillo

Nuevo cardenal

Hecho de oro macizo o bañado en oro, simboliza

el “matrimonio” del cardenal

con la Iglesia y su alta

posición en la jerarquía eclesiástica.

Cruz pectoral

Micrófono

El roquete

Es una túnica corta

de tela blanca que

llega hasta las rodillas,

rematada con puntillas.

Asistente

Asistente

El Papa

Bandeja con anillos

La Bula de creación de cardenales

Bandeja con bulas

Cada nuevo cardenal creado por el Papa durante un consistorio tiene una iglesia

asignada en Roma, símbolo de su unión

con el Papa y el clero romano. La bula

es el título que acredita esta asignación

y el compromiso del cardenal con la iglesia católica.

Los anillos cardenalicios suelen llevar

una cruz o el escudo papal. El diseño del escudo papal varía ligeramente con cada Sumo Pontífice, y es exclusivo del consistorio en el que se entrega el anillo a cada cardenal.

Asistente

Asistente

Los representantes españoles

Juan Jose Omella. 79 años. Uno de los grandes aliados del difunto Francisco, conocido por llevar una vida humilde y dedicado a su labor pastoral pese a su cargo. Es el único español que sale en las listas de favoritos. Defensor de la justicia social y exmisionero en África, trabajó con Manos Unidas durante dos décadas. Fue presidente de la conferencia episcopal española entre 2020 y 2024, cuando una comisión independiente concluyó que la unos 200.000 menores habían sido abusados sexualmente por sacerdotes de la iglesia. Omella pidió disculpas pero desmereció esas cifras y estimó que los abusos apenas afectaron a un millar de menores.

Carlos Osoro. Cumple 80 años el 16 de mayo, once días después del inicio del cónclave, lo que limita sus opciones como papable. Arzobispo emérito de Madrid, compartía con Francisco su visión del futuro de la iglesia católica.

Antonio Cañizares. 79 años. El ex vicepresidente de la Confederación Episcopal Española en dos ocasiones y ex arzobispo de Valencia, uno de los cardenales nombrados por Benedicto XVI, ha renunciado a última hora a participar en el cónclave por motivos de salud. Es la segunda baja de los 135 electores, tras la renuncia también del bosnio Vinko Puljc.

Ángel Fernández Artime. 64 años. Por edad y trayectoria, sería un posible candidato de consenso. Sería el primer salesiano que ocuparía la silla de San Pedro. Fue nombrado cardenal en 2023 por Francisco, con quien coincidió varios años en Buenos Aires. Es proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

José Cobo Cano. 59 años. Arzobispo de Madrid desde julio de 2023 y vicepresidente de la CEE desde el año pasado. Fue uno de los sacerdotes españoles más próximos a Francisco. No aparece entre los favoritos.

Cristóbal López. Marruecos. 72 años. Español de nacimiento, cuenta con la nacionalidad paraguaya tras 18 años ejerciendo de misionero en ese país. Representa a la iglesia de Marruecos en calidad de arzobispo de Rabat, donde ha sido utilizado por Francisco como uno de los pilares del diálogo interreligioso.

Francisco Javier Bustillo. Francia. 54 años. Nacido en Navarra, de nacionalidad franco-española. Fue guardián superior del convento Saint Maximilien-Kolbe de Lourdes. Ahora es obispo de Ajaccio (Córcega).

Texto y coordinación: David Dusster
Diseño, edición de imagen y maquetación:
Pablo González, Anna Belil y Mario Chaparro

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