martes, 10 de junio de 2025

La Máquina del Poder en Acción

 Reflexión sobre las Elecciones del 11 de Mayo: 


La Máquina del Poder en Acción (o Cómo Ganar Elecciones con Trampa y Cariño)

Mañana se cumple un mes de las elecciones del 11 de mayo, y vale la pena recordar cómo se jugó esa partida. O mejor dicho, cómo el oficialismo sacó el manual de “Cómo apalear a la democracia y hacerla confesar que te ama”. Lo que vivimos fue un ejemplo claro de cómo un gobierno puede usar todo su poder para inclinar la balanza a su favor, incluso cuando la gente parecía estar harta de ellos. Porque, claro, ¿quién necesita votos cuando tienes el Estado como tu propio circo de tres pistas?  

La Maquinaria Oficial al servicio de la campaña partidaria: Todo el Estado al Servicio de la Campaña (y un Café para el Candidato) El oficialismo movilizó todo lo que tenía una mano como si fuera su propio equipo de campaña. Pero no, no era una campaña: era una telenovela patrocinada por tus impuestos.

Dinero público: Se usaron fondos del Estado para pagar publicidad, actos y hasta regalos. Porque nada dice “vótenme” como una remera con el logo del gobierno pagado por todos nosotros. Instituciones públicas: Ministerios y municipios trabajaron para promover al candidato oficialista, como si fuera su oficina política. Imagínate al Ministerio de Educación repartiendo volantes en vez de lápices. Recursos del pueblo: Camionetas oficiales, funcionarios públicos e incluso programas sociales se usaron para hacer campaña disfrazada. Porque una camioneta con el escudo nacional queda más “patriótica” cuando lleva un cartel de “Reelecto o Nada”. La Guerra Sucia: Trolls, Mentiras y Ataques (o Cómo convertir Twitter en un campo de batalla) 

Mientras la oposición (con Marcelo, el Dr. Vicente Casas y Juanita Leiva liderando las encuestas) crecía, el oficialismo respondió con guerra sucia. Porque si no puedes ganar con ideas, siempre puedes ganar con memes malintencionados: Ejércitos de trolls: Pagaron a gente para atacar en redes sociales, inventar mentiras ("fake news") y amedrentar a opositores. Cada tweet era como un misil teledirigido desde un sótano con Wi-Fi del gobierno. 

Medios complacientes: Muchos canales y diarios repitieron el discurso oficial, ocultando críticas y amplificando ataques contra los rivales. Algunos noticieros parecían más un karaoke del candidato que un medio informativo. 

Campaña del miedo: Decían que si ganaba la oposición, se acababan los planos sociales o venía el caos (¡pero solo para asustar a la gente!). Porque nada une a un pueblo como el pánico a quedarse sin Wi-Fi o sin arroz. 

El Asistencialismo Vergonzoso: Votos por Comida (y una Sonrisa del Candidato) Justo antes de las elecciones, hubo un reparto masivo de bolsos de comida, ayudas económicas y promesas. No era solidaridad: era compra de votos descartados. Sabían que en tiempos difíciles, un plato de comida puede ser más fuerte que las ideas. Y si venía con una foto del candidato diciendo “Te cuido”, mejor. Porque nada grita “democracia” como un paquete de fideos con una pegatina de campaña. 

El Misterioso "Apagón" y el Cambio de Resultados (o Cómo Hacer Magia con un Enchufe). Lo más sospechoso vino el día de la votación. Agárrense, que esto es mejor que una película de misterio barata: Cuando iban perdiendo, de repente hubo un "apagón" en el sistema de conteo (¡qué casualidad!). Alguien debió tropezar con el cable justo cuando la oposición sacaba ventaja. Al volver la luz... ¡sorpresa!: El oficialista empezó a ganar en zonas clave. Porque, claro, los votos se reorganizaron solos durante el recreo. 

¿Las encuestas fallaron? Todos los medios decían que el gobierno perdería más de la mitad de su apoyo... pero "milagrosamente" ganaron. O las encuestas mintieron, o alguien le pidió un favor al genio de la lámpara electoral. 

Conclusión: Una Democracia Desigual (o Cómo Jugar al Monopoly con Dinero Real). Estas elecciones dejaron claro que cuando un gobierno usa el Estado como su herramienta personal, la cancha no está pareja. Es como jugar al fútbol con un árbitro que es primo del candidato oficialista. Aunque la gente quería cambio (como mostraban las encuestas), la maquinaria oficialista –con dinero público, mentiras y asistencialismo– torció el brazo de la voluntad popular. Y de paso, le dio un abrazo para que no se queje. Un mes después, seguimos preguntándonos:

¿Fue realmente la voz del pueblo... o el peso de la máquina? Spoiler: la máquina pesa más que un elefante en campaña. 

La democracia no debería ser una batalla entre ciudadanos y un Estado todopoderoso que reparte caramelos envenenados. Reflexionar sobre esto es el primer paso para que no se repita. Y si se repite, al menos que nos den un bolsón de comida con más variedad.

Nota: Esta reflexión se basa en denuncias y hechos reportados durante el proceso electoral. Cada ciudadano tiene derecho a evaluar si coincide con lo vivido en su comunidad. O a preguntarse si el “apagón” fue porque alguien se olvidó de pagar la luz.

lunes, 9 de junio de 2025

Opacidad y Espectáculo en la Corte Suprema:

Opacidad y Espectáculo en la Corte Suprema: Un Daño que Trasciende a Cristina Fernández

La inminencia de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, especialmente uno que involucra a una figura política de la talla de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, debería ser un momento de máxima solemnidad institucional. Un momento para la reflexión jurídica serena, el respeto al debido proceso y la demostración de la fortaleza de las instituciones republicanas. Sin embargo, lo que se observa es un inquietante espectácul o de filtraciones, anticipaciones y un clima enrarecido que poco se condice con la gravedad que el caso amerita.

El núcleo del problema no es la posible condena o absolución en sí misma, sino el proceso que la rodea. La filtración recurrente de detalles supuestamente reservados sobre las deliberaciones de un reducido grupo de magistrados – apenas tres jueces decidiendo un caso de alcance nacional – a medios de comunicación afines, es un fenómeno profundamente preocupante. Esta práctica:

1. Viola el Secreto de las Deliberaciones: Piedra angular de la independencia judicial, diseñado para proteger a los jueces de presiones externas y garantizar la libre discusión de argumentos. Su quiebre socava la integridad misma del proceso.

2. Alimenta la Especulación y el Circo Mediático: Transforma un complejo proceso jurídico en una sucesión de revelaciones sensacionalistas, donde priman los titulares y las agendas por sobre el análisis riguroso. La ciudadanía recibe información fragmentada y sesgada, dificultando la formación de una opinión crítica.

3. Deslegitima la Institución: Cuando la información parece fluir selectivamente hacia ciertos sectores, se genera la inevitable percepción de parcialidad, manipulación o intentos de influir en la opinión pública antes de que se pronuncie la propia Corte. La confianza en el máximo tribunal se resquebraja.

4. Crea un Ambiente de Inseguridad Jurídica: Si ni siquiera las deliberaciones más sensibles en la cúspide del Poder Judicial están a salvo de filtraciones, ¿qué garantías existen para cualquier ciudadano?

Es esta dinámica de filtraciones selectivas y cobertura mediática acrítica la que, con razón, evoca comparaciones con prácticas propias de sistemas judiciales débiles o politizados, lejos de los estándares republicanos que se esperan de una democracia consolidada. El término república bananera puede ser duro, pero refleja la indignación ante la trivialización de un proceso de tal magnitud.

La reacción anticipada de la propia Cristina Fernández, con una jugada política sorpresiva, es comprensible dentro de este contexto envenenado. Si el contenido de las deliberaciones y un posible sentido del fallo parecen ser de dominio público antes que oficial, cualquier actor político buscaría tomar la iniciativa en el relato. Su movimiento no justifica las filtraciones; más bien, es una consecuencia previsible de ellas. Es el resultado de operar en un ambiente donde la confidencialidad ha sido sacrificada en el altar de la lucha política o la búsqueda de impacto mediático.

El verdadero daño aquí no es sólo para la figura en juicio, sino para la Corte Suprema misma y para el sistema democrático argentino. La Corte se encuentra en una encrucijada crítica:

- Como Institución: Su credibilidad está siendo puesta a prueba de manera extrema. La percepción de opacidad, filtraciones interesadas y decisiones tomadas en un círculo excesivamente reducido erosiona su autoridad moral y su rol como árbitro final.

- Como Garante: Su deber primordial es velar por la Constitución y las leyes mediante procesos íntegros y transparentes en su desarrollo formal, no en filtraciones. El fallo final, sea cual sea, será recibido bajo el manto de sospecha sembrado por este proceso irregular.

- Ante la Ciudadanía: La falta de sentido crítico generalizado ante este circo de filtraciones es alarmante. La aceptación pasiva de esta dinámica normaliza prácticas que debilitan el Estado de Derecho.

En conclusión, más allá del veredicto específico sobre Cristina Fernández, lo que la Corte Suprema debe resolver con urgencia es su propia crisis de credibilidad. El silencio cómplice ante las filtraciones, la falta de investigaciones internas rigurosas para identificar las fuentes de estas violaciones al secreto deliberativo, y la apariencia de un proceso viciado desde su fase final de discusión, constituyen una herida profunda a la institución.

La Corte debe reafirmar su compromiso con la transparencia procedimental (el acceso a los argumentos una vez emitido el fallo) y la más estricta confidencialidad durante sus deliberaciones. Debe actuar con la máxima pulcritud, demostrando que su único guía es la ley y la Constitución, no los rumores ni las presiones mediáticas o políticas. Solo así podrá comenzar a sanar las grietas que este lamentable proceso ha expuesto y recuperar el lugar de respeto que una democracia exige de su máximo tribunal. El fallo sobre CFK pasará; el juicio sobre la solvencia ética e institucional de la Corte Suprema en este trance, perdurará

domingo, 8 de junio de 2025

EL GRITO DE LOS PIBES POR UNA ESCUELA QUE ENSEÑE A VIVIR

"PROFE, ¿Y ESO PARA QUÉ SIRVE?": EL GRITO DE LOS PIBES POR UNA ESCUELA QUE ENSEÑE A VIVIR (Y NO SÓLO A REPETIR) 

Señores: no nos preparen para el mundo de ayer. Estamos viviendo en el de mañana... y nos están dejando afuera.

¿SABEN LO QUE NO SABEMOS?": EL RECLAMO PIBE CON DATOS QUE QUEMAN*  

Señores del Ministerio:

Los pibes les hablan. Sí, esos que ven desde sus carpetas llenas de ecuaciones que nunca usarán y fechas de batallas que olvidarán mañana. Les hacemos una pregunta simple: ¿Por qué la escuela nos prepara para un mundo que ya no existe?

Ustedes nos enseñan a factorizar polinomios, pero no sabemos arreglar un enchufe -como [este tutorial básico que circula en redes- (https://www.facebook.com/share/r/1CYqdyCgF8/)). Nos examinan sobre la fotosíntesis, pero nadie nos explica cómo funciona una app bancaria, cómo leer una factura de luz, o por qué el wifi se cae cuando llueve, o cómo algunos vivos tratan de engañarnos a través de las rede sociales... ¿No les parece un chiste?    

Si la escuela fuese un celular, ya estaría en un museo junto al Nokia 1100. Mientras el mundo anda en la IA, nuestros programas educativos parecen escritos con máquina de escribir del siglo pasado.

EL MITO DEL "ALGÚN DÍA LO VAS A NECESITAR"  

Los docentes repiten como mantra: "Estudien esto, que el día de mañana…". Pero ese "mañana" llegó, y la escuela no está. Mientras ustedes debaten teorías pedagógicas, nosotros vivimos en un mundo donde:  

- La inteligencia artificial escribe nuestros trabajos, pero no nos enseñan a usarla con ética.  

- Los autos son eléctricos, pero en el taller no tocan una batería.  

- Las redes nos comen la cabeza, pero no hay una hora para aprender ciudadanía digital real (no el powerpoint aburrido del "no hagan cyberbullying").. 

LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA (DE LA CURRICULA)  

Miren a su alrededor:  

*La tecnología avanza a los ponchazos, pero los programas educativos parecen congelados en los '90.  

*Los pibes de 10 años manejan TikTok, pero no entienden un contrato de alquiler.  

*Sabemos usar un celular, pero si se rompe un pin de enchufe… ¡catástrofe doméstica! (Y ahí van los abuelos al rescate).  

¿De qué sirve memorizar el ciclo de Krebs si no sabemos:  

- Interpretar una publicidad engañosa?  

- Cambiar un neumático?  

- O detectar una estafa por WhatsApp? 

Acá, los pibes les tiramos la data con ejemplos que no tienen vuelta atrás: 

EJEMPLOS CRUDOS (QUE AL PARECER NADIE QUIERE MIRAR):  

1. EL ENCHUFE VS. EL TEOREMA:  

 - La realidad: El 70% de los adolescentes argentinos no sabe cambiar un pin de enchufe -como [este tutorial de 3 pasos- (https://www.facebook.com/share/r/1CYqdyCgF8/)).  

- La escuela: Nos hacen memorizar el teorema de Pitágoras, pero nadie nos dice cómo usarlo para calcular la escalera que necesitamos para cambiar una lamparita.  

2. CHINA vs. ARGENTINA: LA BRECHA QUE ASQUEA:  

- En Shanghai: Pibes de 12 años programan drones y diseñan apps para resolver problemas del barrio (ej: alertas de inundaciones).  

- En Buenos Aires: Nos reprueban si no memorizamos las capitales de África, pero si el auto se nos descompone en la ruta, no sabemos ni abrir el capó.  

3. FINLANDIA (EL ELEFANTE BLANCO):  

- Allá "Costura Digital" es una materia: *tejen pulseras con sensores que miden el estrés y aprenden a soldar circuitos.  

- Acá: "Educación Tecnológica" es hacer un PowerPoint con fotos de tornillos.

ESTADÍSTICAS QUE EXPLICAN POR QUÉ ESTAMOS EN BOLAS:  

- Según la UNESCO (2024), solo el 18% de las escuelas argentinas tiene talleres prácticos con herramientas reales (no de juguete).  

- El 65% de los jóvenes no entiende una factura de luz (CESSA, UBA).  

- 4 de cada 10 pibes abandonan la secundaria porque "no le ven sentido" (Ministerio de Educación, 2023).  

EL EJEMPLO MÁS ÁCIDO:  

Aprendemos la estructura del átomo... pero no cómo funciona una pila. Resultado:  

"Cuando se rompe el control de la Play, lo compramos nuevo ($$$) en vez de cambiarle los 2 pesos de pilas recargables que duran 10 años."  

LA PARADOJA DEL SIGLO XXI:  

Somos nativos digitales... pero analfabetos funcionales:  

- Sabemos subir un reel en 10 segundos, pero no gestionamos un presupuesto mensual.  

- Nos hackean la cuenta del banco porque nadie nos enseñó qué es el phishing (y caemos como panchos).  

- Vemos videos de "cómo arreglar la bici" en YouTube, pero en la escuela nos evalúan con exámenes de opción múltiple sobre la Revolución Industrial.  

EL RECLAMO: ¡QUEREMOS SABER LO QUE NOS SIRVE!  

No pedimos eliminar matemáticas o historia. Exigimos un "Plan de Emergencia Educativa" con equilibrio.

1. Módulos de "Sobrevida Cotidiana":  

   - Electricidad básica y doméstica (sí, como arreglar ese pin de enchufe).  

   - Finanzas personales, Alfabetización financiera (cómo no fundirse con la tarjeta, presupuesto, ahorro, inflación).  

   - Derechos del consumidor (¡reclamar sin miedo!).  

2. Tecnología con los pies en la tierra:  

   - ¿Cómo funciona internet? ¿Qué es la nube? ¿Y si se rompe el router?  

   - Mantenimiento de dispositivos: desde cambiar la pasta térmica de una PC, Reparación tech básica (celus, PCs, routers.

   - Ciudadanía digital PROFUNDA  

3. Pensamiento crítico APLICADO*:  

  - Talleres obligatorios de "Autogestión del siglo XXI":

  - Analizar noticias falsas.  

  - Entender algoritmos de redes.  

  - Leer la letra chica de las apps que usamos.

  - Criptografía, huella digital, derechos de autor en TikTok.  

  -  Mecanismos de actualización en tiempo real:  

  - Si sale ChatGPT-5, al mes siguiente debe estar en el aula (no en 2030).

ÚLTIMO DATO (PARA QUE SE LES FRENE EL ALMA):  

Mientras en China los pibes arman robots que clasifican residuos reciclables, acá seguimos discutiendo si "Educación Sexual Integral" debe incluirse.  

Señores: no nos preparen para el mundo de ayer. Estamos viviendo en el de mañana... y nos están dejando afuera.  No nos fallen. No somos "el futuro". Somos el presente que *se electrocuta por no saber reparar un enchufe, paga multas por no entender un contrato, y cae en estafas porque nadie le enseñó a desconfiar. Basta de escuela-museo. Queremos una escuela-taller.

Firmado: La generación que no quiere ser mano de obra barata de otros países que sí enseñan a pensar (y a arreglar enchufes).  

EPÍLOGO para pensar...:  

"En Corea del Sur, un pibe de 15 años gana USD 3.000 reparando iPhones en su garage, mientras en Finlandia los chicos programan robots y aprenden primeros auxilios emocionales, En Argentina, ese mismo pibe repite el año por no aprobar... acá seguimos midiendo el éxito educativo con fotocopias de mapas mudos. El mundo cambió. La escuela no. Y la deuda es con nosotros. 

EL DESAFÍO: ¿SE ANIMAN A ACTUALIZARSE? 

Firmado: Los pibes que sí quieren aprender a vivir.. 





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viernes, 6 de junio de 2025

San Pedro de Jujuy perdió feo.

 ¡San Pedro se Equivocó! Marcelo y Juanita Demuestran con Hechos su Compromiso Inquebrantable.


A los cortos de vista, a los que criticaron con liviandad y prejuicio, a los que soltaron veneno desde la comodidad de la envidia o la ignorancia política: ¡Miren ahora! ¡Aprendan! ¡Ruborícense!

Marcelo y Juanita no buscaban un sillón en el Concejo Deliberante por ambición personal o por el brillo efímero de un cargo. Lo buscaban como herramienta. Como una palanca para multiplicar, desde la institucionalidad, lo que llevan haciendo incansablemente por más de diez años: trabajar con y para los vecinos de San Pedro. Trabajo social puro, sin postureo, sin cámaras que apagar tras las elecciones.

¿La prueba irrefutable? Ahí está:

1. La Campaña Terminó... Ellos NO: Hace casi un mes que las urnas callaron. ¿Qué hicieron los críticos? ¿Dónde están sus falsas promesas? Marcelo y Juanita, como siempre, siguen en las calles, siguen con las manos en la masa, siguen desarrollando acciones solidarias. Sin titulares, sin necesidad de un cargo. Porque su compromiso es orgánico, visceral, genuino.

2. La Voz Constante en La Roca: Cada mañana, puntuales como el amanecer jujeño, su voz resuena en Radio La Roca. No hablan de teorías abstractas o ataques mezquinos. Hablan de soluciones. Se ocupan, gestionan, acompañan y resuelven problemas concretos de los vecinos. Son la red, el puente, el oído atento que muchos necesitan. Eso no se finge. Eso se vive.

3. La Trayectoria que Grita Verdad: Más de una década de acción social constante no es un "curriculum para la foto". Es un testimonio escrito con sudor y entrega en cada barrio, en cada familia ayudada. Son trabajadores sociales de alma, aunque no lleven el título oficial. Su labor es la definición misma del trabajo social comunitario.

San Pedro de Jujuy perdió, y perdió grande. Perdió la oportunidad histórica de tener a dos luchadores sociales de pura cepa, dos gestores incansables, dos almas dedicadas al bien común, trabajando con toda la fuerza de la institución municipal a su disposición. Imaginen lo que podrían haber logrado con esa plataforma. Pero el prejuicio, la crítica fácil, la miopía política de los "cabezas de termo juliobravistas" (como bien los define la realidad que hoy los desnuda) lo impidieron.

Ahora está claro como el agua de los diques. Las críticas eran ruido vacío, envidia disfrazada, o simple estupidez política. Mientras los detractores guardaron sus banderas falsas y se esfumaron, Marcelo y Juanita siguen ahí, firmes, construyendo comunidad como siempre.

Por eso, a esos críticos irreflexivos, a esos voceadores de falacias, solo cabe una cosa: EL PEDIDO DE PERDÓN. Un perdón público y sincero. Reconocer que se equivocaron, que juzgaron mal, que subestimaron el carácter y el compromiso auténtico de dos pilares de la solidaridad sampedreña.

Marcelo y Juanita no necesitan el Concejo para validar su trabajo. Su legitimidad la construyen día a día, con hechos, en las calles y en las ondas de La Roca. Pero San Pedro sí necesitaba su empuje, su experiencia y su corazón dentro del Concejo. La ciudadanía fue engañada por el ruido de los mediocres.

¡Qué quede como lección! La próxima vez, San Pedro, miren menos la boca del crítico venenoso y más las manos del que trabaja en silencio. Marcelo y Juanita ya ganaron el único puesto que importa: el respeto y la gratitud de quienes sí ven más allá de la política mezquina. Su labor es el monumento que derrumba cualquier crítica pasada. ¡Honor a quien honor merece!


jueves, 5 de junio de 2025

Un Silencio Incómodo

 Un Silencio Incómodo: Declaraciones de Privilegio y la A
patía Ciudadana en Argentina


Las palabras resonaron, cargadas de una desconexión que corta como un cuchillo. La diputada Lilia Lemoine sugirió que los médicos argentinos, esos mismos que sostienen un sistema sanitario al borde del colapso, si no están conformes con salarios que casi no alcanzan la Canasta Básica Total deberían simplemente "buscar otro trabajo". Casi en simultáneo, el Jefe de Gabinete Francos calificó de "grave irresponsabilidad" la idea de aumentar jubilaciones que apenas rozan la línea de pobreza, mientras defendía, implícita o explícitamente, los sueldos legislativos que pueden superar los $9.500.000 mensuales .

El contraste es obsceno. Es el cinismo desnudo: quienes disfrutan de sueldos exorbitantes (decenas de veces superiores al salario promedio y cientos de veces a la jubilación mínima), blindados por privilegios y gastos reservados, se erigen en jueces de quienes piden apenas sobrevivir. Los médicos, héroes de la pandemia, son tratados como empleados descartables. Los jubilados, quienes construyeron el país, son vistos como una carga fiscal peligrosa. El mensaje es claro: el sacrificio es para los demás; el privilegio, intocable.

Y aquí surge la pregunta que quema: ¿Dónde está el estallido ciudadano? ¿Dónde está la ola de indignación que debería barrer semejantes declaraciones? La falta de una respuesta masiva, contundente y sostenida es tan preocupante como las propias palabras de estos funcionarios.

Esta aparente apatía no es simple desinterés. Es un síntoma complejo y doloroso:

1. El Agotamiento de la Indignación: Argentina vive en un estado de crisis permanente. La inflación devora salarios, la pobreza castiga, la inseguridad angustia. Ante un nuevo escándalo de privilegio, muchos ciudadanos están simplemente agotados. La indignación requiere energía, y esa energía se gasta en sobrevivir el día a día. Es el ¿Otra vez? resignado.

2. La Normalización del Abuso: Lamentablemente, este tipo de declaraciones y conductas no son nuevas. Décadas de impunidad, corrupción y abismo entre la clase política y la gente común han llevado a una peligrosa normalización. El privilegio escandaloso se percibe como parte del paisaje, algo contra lo que es inútil luchar. "Así son todos", se dice con amargura.

3. La Desesperanza y la Desconfianza: Existe una profunda desconfianza en que la protesta genuina genere cambio real. ¿Marchar? ¿Firmar petitorios? ¿Trendear en redes? Muchos sienten que estas acciones son ignoradas sistemáticamente por quienes detentan el poder. La sensación de que "nada cambia, haga lo que haga" es paralizante.

4. La Fragmentación y la Lucha por lo Urgente: La sociedad está fragmentada por necesidades inmediatas y opuestas. Mientras algunos pueden enfocarse en la injusticia estructural, otros luchan literalmente por poner un plato de comida en la mesa. La lucha contra el privilegio político puede percibirse como un "lujo" cuando lo urgente es el presente.

5. La Máquina de Distracción: El ruido político constante, las peleas internas espectacularizadas y la creación artificial de nuevas crisis menores actúan como una cortina de humo eficaz, desviando la atención de abusos fundamentales como este.

Este silencio no es inocuo. Es funcional al poder. Permite que estos discursos de desprecio y desconexión sigan reproduciéndose sin consecuencias reales. Le dice a la clase política que puede seguir deshumanizando a los trabajadores esenciales y a los adultos mayores sin temor a una reacción social masiva que ponga en riesgo sus privilegios.

Romper este silencio es urgente. No se trata solo de gritar contra una declaración puntual, sino de rechazar la cultura del privilegio y la impunidad que las hace posibles. Requiere:

* Rechazar la Normalización: No acostumbrarse. Recordar siempre la obscenidad del contraste: sueldos millonarios vs. médicos bajo la línea de pobreza, vs. jubilados en la indigencia.

* Exigir Coherencia y Humildad: Demandar que quienes hacen las leyes y manejan los recursos vivan en la misma realidad que el ciudadano común. Reforma política profunda YA, incluyendo transparencia absoluta en gastos y sueldos públicos.

* Canales de Expresión Efectivos: Buscar y fortalecer formas de presión colectiva que no se diluyan en el ruido. Apoyar a las organizaciones de médicos, jubilados y trabajadores que sí alzan la voz.

* Votar con Conciencia: Recordar estos actos y estas palabras cuando se elija a quienes deben representar al pueblo, no a sus propios bolsillos.

Las palabras de Lemoine y Francos no son solo ofensivas; son un espejo de un sistema enfermo de privilegio y desconexión. La falta de una respuesta ciudadana masiva es el oxígeno que ese sistema necesita para seguir funcionando. Despertar de la resignación, transformar el cansancio en acción organizada y el desprecio en demanda firme de dignidad y justicia, no es solo una opción, es la única manera de construir una Argentina donde el privilegio de unos pocos no se construya sobre el sacrificio y el silencio de muchos. La dignidad de médicos y jubilados, y la nuestra como sociedad, exige romper este silencio cómplice.


miércoles, 4 de junio de 2025

La dignidad del pueblo se remienda con angustia

 EDITORIAL


“Mientras los políticos se reparten millones, la dignidad del pueblo se remienda con angustia”

En estos días en los que la heladera suena más vacía que nunca y el mate ya no alcanza para calmar los nervios, nos enteramos —casi con resignación— de una noticia que duele, pero ya no sorprende: los senadores de la Nación se aumentan el sueldo un 4%, llevándolo a más de 9 millones y medio de pesos mensuales. Mientras tanto, un médico del Hospital Garrahan, que salva vidas todos los días, cobra un salario que no alcanza ni para superar la línea de pobreza. Y un jubilado —sí, ese abuelo que hizo grande a este país con su trabajo— tendría que juntar más de 30 meses de haberes para llegar a la cifra que estos señores cobran en un solo mes.

Este no es un editorial más. Es un grito con tinta, una carta para sacudir conciencias dormidas, y una invitación a mirar de frente a una realidad que nos está empujando al borde. Porque esto que pasa no es un accidente ni una mala racha: es el resultado de años de abuso, indiferencia y un modelo de país donde los de arriba viven como reyes, mientras los de abajo contamos las monedas para el pan.

¿Qué clase de país estamos construyendo cuando el médico que atiende a nuestros hijos no puede pagar el alquiler, pero un político que rara vez pisa un hospital público, se asegura un sueldo de lujo, libre de impuestos, con viáticos, chofer y pasajes pagos?

No es solo injusticia. Es nepotismo descarado. Porque además de aumentarse los sueldos, se reparten cargos entre familiares, amigos, militantes y socios. Los vemos entrar y salir del Congreso, bien vestidos, blindados por autos oficiales y rodeados de asesores con sueldos que cualquier vecino ni siquiera puede imaginar. Y mientras tanto, la maestra de la escuela rural se moja los pies para llegar a dar clases y el jubilado hace cola a las 6 de la mañana para cobrar una miseria que apenas alcanza para los remedios.

El mensaje que la clase política nos está dando es claro: ustedes abajo, nosotros arriba. No hay un puente entre esas dos Argentinas. Hay un muro. Y lo están haciendo más alto cada día.

¿Por qué lo permitimos? Tal vez porque nos enseñaron que protestar no sirve. Porque cada vez que salimos a la calle, ellos se blindan. Porque cada vez que pedimos explicaciones, nos contestan con tecnicismos, promesas vacías o silencios arrogantes. Porque muchos medios ya no informan: disfrazan la indignación con estadísticas o nos distraen con escándalos mediáticos.

Pero ya no hay lugar para la resignación. Si algo nos une como pueblo es la dignidad. Y esa dignidad hoy está siendo pisoteada. Es hora de levantar la voz. No desde el odio, sino desde la memoria y la justicia. Desde el hambre real de nuestras mesas. Desde la soledad de tantos adultos mayores. Desde los hospitales vacíos de recursos y llenos de médicos agotados. Desde la madre que se juega todo para llenar el plato de sus hijos.

La dirigencia política, sindical y judicial debe mirar más allá del espejo. Debe mirar a la plaza. A la estación de tren. A la salita del barrio. Ahí está la Argentina real, esa que no se puede tapar con sueldos millonarios ni con discursos vacíos.

¿Qué podemos hacer?

Podemos hablar. Podemos compartir esta información. Podemos escribir cartas, exigir transparencia, participar en espacios comunitarios, apoyar a medios locales, y sobre todo, no olvidar. Porque el olvido es lo que ellos buscan: que naturalicemos lo inmoral, que aplaudamos lo vergonzoso, que creamos que todo está perdido.

No está perdido. Mientras haya personas que sientan esta injusticia en carne propia, habrá esperanza. Y habrá resistencia.

Cierro este editorial con una historia que escuché en una feria de barrio de Salta. Una señora de 78 años, jubilada, vendía empanadas caseras sentada en un banquito de madera. Me dijo:
—“No es por la plata, es por no quedarme sentada esperando que se acuerden de mí. Porque si me siento, me olvido que valgo.”

Ese es el mensaje. No dejemos que nos hagan creer que no valemos. Que nuestros sueños, nuestras luchas y nuestros días no tienen precio. Porque valemos más que todos sus millones juntos.


"¿Cuánto vale tu trabajo... y cuánto el de ellos?"

“Mientras vos contás monedas, ellos se aumentan el sueldo…”


🟨 2. Comparación de sueldos (bloques lado a lado):

Político NacionalMédico del GarrahanJubilado Mínimo
$9.500.000/mes$810.000 aprox./mes$300.000 aprox./mes
Se lo aumentan automáticamenteTrabaja 12 horas diariasEspera meses por medicamentos
Viáticos, chofer, pasajes incluidosA veces debe pagar insumos de su bolsilloVive con ayuda familiar o endeudado

🟩 3. Datos que duelen (bullets breves con íconos):

🔴 30 meses necesita un jubilado para igualar un mes de un senador
🟠 El 80% de los médicos del Garrahan están por debajo de la línea de pobreza
🟡 Más familiares que políticos tienen cargos públicos solo en el Senado
🔵 La mayoría de los legisladores faltó a más del 25% de las sesiones en 2024

martes, 3 de junio de 2025

“Volver a mirarnos a los ojos”

 

“Volver a mirarnos a los ojos”

San Pedro de Jujuy siempre fue una ciudad de encuentros. De plazas llenas, saludos con nombre propio, domingos con familia y vecinos. Pero algo ha cambiado en los últimos años. Quizás sea el ritmo del trabajo, la costumbre de encerrarnos apenas cae el sol, o el avance de la tecnología que nos conecta a lo lejano, pero nos aísla de lo cercano. Lo cierto es que cada vez nos hablamos menos, nos miramos menos, y en esa distancia, también nos perdemos un poco.

En muchas calles, el saludo de “buen día” empieza a escasear. Las veredas se vacían, las ferias ya no son punto de encuentro, y los clubes de barrio ven pasar menos gente. En silencio, se nos va apagando una parte vital de la vida: las relaciones humanas.

¿Y por qué es tan importante hablar de esto?

Porque los vínculos no son un lujo. Son una necesidad. Como el agua o el pan. Somos seres sociales por naturaleza. No vinimos al mundo para andar solos, sino para compartir, para reír juntos, para sostenernos cuando las cosas no andan bien. Y cuando se pierde eso, algo se resquebraja adentro.

Las relaciones interpersonales son mucho más que un rato de charla. Son redes invisibles que nos sostienen. Una visita inesperada puede cambiarle el día a alguien. Una ronda de mate compartida puede ser la diferencia entre sentirse acompañado o hundido en la soledad. Un saludo sincero puede ser el primer paso hacia un vínculo que dure años.

Y lo mejor de todo es que reconstruir esos lazos no requiere grandes gestos. Basta con lo simple, con lo cotidiano. Invitar a ese vecino al que hace mucho no le hablamos. Sumarnos a alguna actividad comunitaria. Retomar los almuerzos de domingo con los tíos. O simplemente sentarse un rato en la vereda y mirar a quien pasa. San Pedro aún guarda esos códigos. Solo hay que sacarlos del olvido.

Muchos adultos mayores, por ejemplo, pasan días enteros sin hablar con nadie. Y no es porque no tengan nada para decir. Es porque nadie se acerca. Los jóvenes, muchas veces, buscan fuera lo que podrían encontrar aquí: conexión, pertenencia, reconocimiento. Pero si no creamos espacios para el encuentro, si no tendemos puentes, el silencio se impone. Y en el silencio, florece la tristeza.

Las plazas pueden volver a ser puntos de reunión. Los clubes, motores de comunidad. Las ferias, más que un lugar de compra: un punto de charla, de encuentro. Depende de todos nosotros.

Claro que cuesta. Después de años de individualismo, volver a mirar al otro a los ojos puede incomodar. Pero también puede sanar. Porque cuando nos encontramos, nos reconocemos. Nos damos cuenta de que no estamos solos. Que hay alguien del otro lado que también tiene miedo, que también busca una palabra amable.

Y vos que estás leyendo esto, quizás te estés preguntando: ¿qué puedo hacer yo?

Podés empezar por algo pequeño. Mandar un mensaje a alguien con quien hace mucho no hablás. Invitar a un familiar a caminar. Pasar por el club del barrio y preguntar si necesitan una mano. Saludar al almacenero con nombre y preguntar cómo anda. O simplemente mirar a los ojos y sonreír. A veces, eso es todo lo que se necesita.

Volver a construir comunidad no es tarea de los gobiernos ni de las instituciones solamente. Es una tarea nuestra. De cada vecino, de cada familia. Y empieza en lo simple.

Porque cuando las personas se encuentran, nacen historias. Y cuando nacen historias, nace comunidad. Y una comunidad viva es una comunidad más feliz, más segura, más humana.

San Pedro de Jujuy tiene esa calidez en su gente. Ese potencial dormido que está esperando activarse. Solo hace falta dar el primer paso.

No esperemos a que otro lo haga. Empecemos hoy. Con una charla. Con un gesto. Con una mirada.

Porque mientras más nos acerquemos, menos espacio queda para la soledad.
Y mientras más nos encontremos, más fuerte será nuestro pueblo.


Frase final movilizadora:
“Volver a mirarnos a los ojos es el primer paso para volver a sentirnos comunidad.”

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